Un grupo de voluntarios de la protectora Spax de Xàtiva rescató a principios de esta semana a los cachorros de una perra callejera que fue atropellada por un vehículo en una de las rotondas de acceso a la capital de la Costera.
Tras atender a la perra, confirmaron que había estado amamantando a unas crías, por lo que en las últimas semanas han estado peinando diversas zonas de la localidad para dar con los pequeños: «Hace unas semanas, tuvimos la triste noticia del atropello de una perrita a la que llevamos años tratando de rescatar, pero que tenía tanto miedo que resultaba muy difícil cogerla. Muchas han sido las personas que nos han dado avisos y muchas las personas que hemos salido en su busca, pues todo apuntaba a que había sido mamá hace poco. Hemos podido ponerles a salvo, por fin», expusieron.
Sin embargo, los voluntarios apuntaron que las noticias no son todas positivas: «La perra fue atendida por las compañeras de la protectora Ada de Canals y hace tan solo unos días no pudo sobrevivir debido a las heridas que presentaba», confirmaron.
Así, voluntarios de Spax confirmaron que el pasado martes recibieron el aviso de un agricultor: «Nos hemos dirigido rápidamente al lugar y allí estaban los cachorros». Al primero lo cogieron mientras corría por una zona de huertos, pero su hermano y hermana -según apuntan- se refugiaron en un hueco de difícil acceso.
Dado el cariz que tomó la situación, trabajadores agrícolas que se encontraban en la zona no dudaron a la hora de prestar su ayuda. Con una grúa quitaron un gran bloque de hormigón y varios restos de troncos de grandes dimensiones. Tras tres horas de duro trabajo, eliminando zarzas y levantando troncos, los voluntarios pudieron rescatar a los dos cachorros que quedaban.
«Estamos muy tristes por no poder juntarlos con su madre. Estas maravillosas criaturas han sobrevivido sin ella durante dos semanas gracias a la ayuda de Rober, el perrito blanco que iba siempre con la madre. Ahora, ya no van a pasar más calamidades», declararon desde Spax.
Los pequeños rescatados son dos machos y una hembra, tienen alrededor de los dos meses y están un poco asustados: «Se van a convertir en tres peluches adorables de tamaño mediano», aventuraron los voluntarios.