Las dos casas que el pasado domingo quedaron arrasadas por las llamas se encontraban en estado de ruina. Técnicos municipales y efectivos del parque de bomberos de Ontinyent inspeccionaron ayer el estado de los inmuebles, cuyos accesos quedaron acotados tras lo ocurrido. En un lapso de dos horas, dos viviendas ubicadas en el barrio del Poble Nou registraron sendos incendios. El primero de los avisos se recibió a las ocho de la tarde y el segundo dos horas más tarde.
Una de las calles aledañas a las residencias afectadas se mantuvo cortada al tráfico durante la jornada de ayer y ambos inmuebles estuvieron vigilados. Al tratarse de casas de cierta antigüedad —y en mal estado de mantenimiento— los técnicos temen que puedan acarrear problemas al resto de edificios colindantes, en forma de desprendimientos y derrumbes.
De hecho, algunas de las vigas de madera de mayores dimensiones aún echaban humo durante la jornada de ayer. De forma paralela a la revisión del estado de las viviendas, la Policía Nacional ha abierto una investigación sobre lo ocurrido para intentar esclarecer las causas del suceso.
Las fuentes consultadas por este diario explicaron que no se descarta la hipótesis de la intencionalidad, incluso podría tratarse de un mismo autor. La cercanía entre ambos inmuebles afectados y el hecho de que los dos incendios se declararan en un intervalo bastante acotado de tiempo son dos aspectos a tener en cuenta. De hecho, los investigadores se han puesto en contacto con el residente que dio el aviso sobre el primer incendio para confirmar si pudo ver a alguna persona sospechosa en las inmediaciones del lugar.