A mediados del siglo XX, un paseo por las calles de muchos de los pueblos de la Comunitat Valenciana se interrumpía para detenerse en una fuente, refrescarse y beber un trago de agua. Se trata de una imágen cotidiana que, poco a poco, ha ido desapareciendo de la rutina de los pueblos, ya que son muy pocos los que conservan sus fuentes más tradicionales e históricas.

Uno de estos municipios es Llosa de Ranes (la Costera). La población, situada a los regazos de la sierra que acoge la ermita de Santa Anna, ofrece al visitante monumentos varios tanto en temática como en antigüedad. Este enclaves es, además, el lugar protagonista de la romería que, cada 1 de mayor, congrega a todos los vecinos de la localidad.

Las fuentes, emblema de Llosa de Ranes

Sus fuentes más emblemáticas —la de la Glorieta, la de la Iglesia y la del Rincón— se pueden visitar paseando por las calles del pueblo a lo largo de un trayecto casi en línea recta ideal pera conocer y disfrutar de la hospitalidad de los llosers y lloseres.

Además de visitar estos monumentos fluviales que van desde el siglo XVIII al XIX y con el antiguo lavadero municipal, también podemos visitar la iglesia de la Natividad de la Virgen María, situada justo frente al ayuntamiento, una localización originaria de finales del siglo XVII.

Sin embargo, el actual edificio es de estilo neoclásico, por su construcción en el siglo XIX, y da nombre a una de las fuentes.

Un municipio con múltiples encantos

La ermita del Crist del Miracle está situada en lo alto de Llosa de Ranes, en un enclave singular rodeado de naturaleza. ED

También podremos visitar la ermita del calvario situada en el alto del pueblo justo junto a la escuela y el instituto, enclave que ofrece dos caminos de acceso. El primero de ellos es mediante el recorrido más clásico y devoto o, además, se puede acceder por alguna de las calles más nuevas de la localidad para disfrutar de la ermita y del jardín que lo rodea.

En otros ámbitos, podemos encontrar las instalaciones más nuevas como son el auditorio Mestre Vicent Tortosa, donde podremos disfrutar de los conciertos de la centenaria Sociedad Musical o la muestra de teatro entre otros; así como el pabellón municipal de deportes, el campo de fútbol o el trinquet, lugares donde se practica y fomenta el deporte para todas las edades.

Toda aquella persona que quiera una experiencia completa para conocer la Llosa de Ranes no puede dejar de visitar los dos jardines que flanqueando una de las entradas del pueblo den la bienvenida, o conocer su gastronomía, área en la cual posiblemente, el muchas veces premiado, queso de servilleta sea su representante más conocido. La visita al municipio también permite visitar el antiguo balneario de los Baños de Santa Anna.

La romería de Santa Anna

La romería en honor a Santa Anna congrega a la ciudadanía de Llosa de Ranes cada 1 de mayo. ED

Las fiestas son otro de los rasgos que definen al municipio de Llosa de Ranes. Las fiestas patronales tienen lugar a finales del mes de agosto, aunque el calendario también contiene actividades deportivas, como la ya muy arraigada Vuelta a pie, prueba atlética que consta de un circuito con subida y bajada a la ermita además de gran parte por las calles de la localidad.

Uno de los actos más importantes del año es la romería en honor a Santa Anna, que se celebra cada 1 de mayo, coincidiendo con el primer oficio religioso que se celebró en la ermita.

Se trata de un acto que congrega a todos los vecinos y vecinas de Llosa de Ranes. Los lugareños trasladan la imagen de la santa en un carro tirado por caballos. Tras la llegada a la ermita se celebra una Santa Misa y, al finalizar, se cantan los gozos a Santa Anna, para finalizar con la bendición de las Termas.

Llosa de Ranes es, sin duda, un pueblo con tradición y modernidad que pone a disposición de quien quiera visitarlo la idiosincrasia de sus gentes, una gran proximidad con la naturaleza y múltiples oportunidades de crecimiento.