Si las colisiones con jabalíes en las carreteras se han disparado en los últimos años no es por casualidad. Las batidas que están desplegando las sociedades de cazadores en el marco de la temporada autorizada en este segundo año de pandemia evidencian que la sobrepoblación de esta especie ha ido al alza en los últimos tiempos.
La última cacería organizada el pasado domingo 30 de enero por el colectivo L’Alforí de Fontanars dels Alforins se saldó con un récord de capturas de jabalíes: hasta 26 piezas fueron abatidas en una zona muy espesa de monte conocida como los Corrales de la Sènia.
La cifra de ejemplares cazados fue similar a la contabilizada en la primera de las batidas programadas por la sociedad de cazadores del municipio, que acabó con 23 jabalíes capturados. Fuentes de la asociación L’Alforí indican que la actividad del pasado domingo congregó 60 escopetas -el máximo autorizado- y se desarrolló con absoluta normalidad. Los cazadores -recalcan- cumplieron con todas las medidas de seguridad derivadas de la pandemia. La cacería discurrió entre el Castellaret y el barranco de Casa Los Frailes.
Las mismas fuentes sostienen que las batidas han demostrado ser «un método muy eficaz» para el control de especies como el jabalí, cuya población ha aumentado exponencialmente en los últimos años debido a la ausencia de depredadores naturales. Los daños que provocan en la agricultura derivan en importantes millonarias para los agricultores en la comarca.
Daños en la agricultura
Pero el jabalí no solo se ha convertido en un enemigo para el campo, sino también para los conductores. Este animal está detrás de una veintena de accidentes al año en los territorios de la Costera, la Canal y la Vall d’Albaida, donde la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural y Transición Ecológica identifica 49 términos municipales en los que se registra una sobreabundancia de jabalíes, el equivalente al 80% de las localidades de las tres comarcas. En el actual periodo del año es habitual que se desplieguen numerosas batidas en los montes. El calendario autorizado para estas actividades termina el último día de febrero, según la orden de vedas aprobada por la Generalitat.
En Enguera también tuvo lugar una batida de caza mayor el pasado domingo en el paraje Umbria-La Plana que obligó a cerrar por precaución el puente tibetano para reducir la afluencia de visitantes. Su objetivo principal eran los jabalíes que pueblan la sierra de esta localidad, pero el número de capturas conseguidas en dicha cacería no ha trascendido.
Desde la Federación valenciana de Caza sostienen que la presión cinegética a la que se ven sometidos los cazadores cada vez es mayor mientras se complican los trámites burocráticos, así como «las trabas administrativas y el papeleo».
