El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha confirmado la inclusión del “Meló d’Or” de Ontinyent en el registro de Variedades de Conservación de España. Hace tres años, un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Ayuntamiento de Ontinyent inició un ambicioso proyecto con el objetivo de proteger este producto, único en la agricultura valenciana y nacional, y contribuir a aumentar su producción y rentabilidad. Ahora, su inclusión en la lista de variedades de conservación del Ministerio anunciada hoy supone un “hito” para el futuro del cultivo y un reconocimiento al trabajo llevado a cabo por ambas instituciones.

“Además de contribuir a la conservación del "Meló d’Or” de Ontinyent, este registro permitirá salvaguardar los derechos de los agricultores que actualmente lo cultivan. Reconoce también las excepcionales características de calidad de este melón valenciano, la necesidad de su conservación y de su valorización como producto agrario de calidad diferenciada”, ha destacado destaca Salvador Soler, coordinador del proyecto e investigador del Grupo de Conservación y Mejora de Variedades Tradicionales del Instituto COMAV de la Universitat Politècnica de València, esta mañana en rueda de prensa.

Por su parte, la concejala de Agricultura, Sayo Gandia, ha señalado que la aceptación por parte del Ministerio “es una muy buena noticia dentro del impulso que venimos dando a un producto tan nuestro como el Meló d’Or de Ontinyent, y que contribuye a la salvaguarda de los derechos de los agricultores que lo cultivan”. La concejala ha agradecido también a la UPV “su interés y apoyo desde el primer momento”, a la cooperativa agraria de Ontinyent “por estar junto al Ayuntamiento y por su trabajo para facilitar la comercialización del producto”, y a los agricultores “por su dedicación y esfuerzo para consolidar un producto tan artesanal como este”.

Desde la cooperativa agraria, José Luis Úbeda, y el agricultor y productor de Meló d’Or Rafael Francés, han coincidido en destacar las dificultades que presenta una producción totalmente artesanal como la de este melón “respecto de otros productos de menor precio final, pero con mucha menos calidad. Por eso, todas las ayudas para protegerlo y las que puedan servir para apoyar a su producción, distribución y venta son bienvenidas”.

Tres años de estudio

La inclusión en el registro de Variedades de conservación del Ministerio de Agricultura es fruto de más de tres años de trabajo, en el marco del proyecto “Puesta en valor del Meló d’Or d’Ontinyent”, financiado por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana.

El equipo del COMAV de la UPV realizó un exhaustivo estudio de las características vegetativas, de fruto y de composición de las distintas variedades de “Meló d’or” de Ontinyent. “Establecimos las características morfológicas, agronómicas y de calidad que lo definen de forma diferencial”, apunta Salvador Soler.

Así, este melón se caracteriza por un intenso color amarillo y un excepcional sabor, gran dulzor y alta capacidad de conservación -más de tres meses en condiciones óptimas-, características que lo convierten en un producto único de la agricultura valenciana y nacional. Sus plantas son compactas y de tamaño reducido, con predominio de flores masculinas (más tempranas) sobre las flores hermafroditas (más tardías). Su fruto tiene una forma elíptica y su peso medio oscila entre 1,8 y 2,5 kg y destaca también por su carne blanca, de textura suave pero firme.

“La caracterización realizada permitió poner de manifiesto las características excepcionales de conservación y de calidad organoléptica de este cultivo, un caso de variedad tradicional valenciana excepcional. Teniendo en cuenta su peculiares y excepcionales características, el bajo número de agricultores que lo cultivan y el carácter restringido de la zona donde se cultiva, se consideró muy adecuado desde el punto de conservación de la biodiversidad agrícola Valenciana lleva a cabo la solicitud de registro como ‘Variedad de Conservación’. Y así lo hicimos de la mano del Ayuntamiento de Ontinyent y de los propios agricultores. Y haberlo conseguido supone, sin duda, un hito para el futuro de este cultivo”, concluye Salvador Soler.