Con 5,1 nacidos por cada 1.000 habitantes censados, la Canal de Navarrés se ha convertido en la comarca con la menor tasa de natalidad de la provincia de Valencia. Desde que el Portal Estadístico de la Generalitat recopila los datos de los nuevos nacimientos con arreglo a la población empadronada, el Valle de Ayora-Cofrentes siempre había ocupado la posición más baja en la clasificación. Esa tendencia, sin embargo, se truncó en 2020.
Las últimas estimaciones oficiales difundidas esta semana sitúan al Valle de Ayora con una tasa de natalidad de 5,2 nacidos vivos por cada 1.000 habitantes, una décima por encima de la cifra registrada en la Canal, donde este indicador se ha desplomado tres puntos en la última década, un punto desde 2018 (cuando se alcanzaban los 6,1 nacidos por cada 1.000 habitantes) y 0,88 décimas desde el inmediato balance anterior, correspondiente a 2019.
En el conjunto de la Comunitat Valenciana, la Canal de Navarrés (con sus ocho municipios) ya es la segunda comarca con la natalidad más baja de toda la geografía, solo por debajo del Alto Mijares (Castelló), donde durante el primer año de la pandemia se alumbraron 4,3 vidas por cada 1.000 habitantes censados. Empatada con el Valle de Ayora, la comarca de Los Serranos también superó en una décima el dato de la Canal (5,2 nacidos por cada 1.000 habitantes), mientras que el Alto Palancia anotó una tasa de 5,7 nacimientos, dos décimas por debajo de l’Alcalatén, con 5,9 alumbramientos.
La progresiva caída de la natalidad supone un problema añadido para un territorio que ve como su población se envejece a pasos agigantados. Según las predicciones que ofrecía el Instituto Valenciano Estadística el pasado verano empleando cálculos matemáticos, la Canal de Navarrés podría perder un 7% de su población en los próximos 15 años.
Un horizonte poco halagüeño para una comarca en la que la tasa de nacimientos no ha dejado de retroceder de forma sostenida en la última década. En 2010 se registraba un índice de 8 nacimientos por cada 1.000 habitantes. La cifra bajó a 7,68 nacidos en 2011; 7,45 en 2012; 7 en 2013; 6,81 en 2014; 6,89 en 2015; 6,62 en 2016; 6,19 en 2017;6,10 en 2018; 5,98 en 2019 y 5,1 de 2020.
Crecimiento en la Vall d’Albaida
El número bruto de nacimientos descendió ese último año un 4 % en toda la Comunitat Valenciana, en medio de los peores meses de la pandemia.Sin embargo, algunas comarcas revirtieron esa tendencia y consiguieron aumentar su tasa de natalidad, como es el caso de la Vall d’Albaida. En este territorio se contabilizaron 7 nacimientos por cada 1.000 habitantes en 2020, por los 6,81 nacimientos de 2019. En la Costera, en cambio, el indicador se apuntó otra bajada en el mismo periodo de tiempo: de los 7,23 de nacimientos por cada 1.000 habitantes de 2019 a los 6,8 de 2020. Esta última comarca, de hecho, experimentó un importante retroceso demográfico en el último año del que hay estadíticas oficiales del Instituto Nacional de Estadística, tras la pérdida de 326 habitantes empadronados.
La cifra de defunciones superó a la de alumbramientos en las tres comarcas. Sin embargo, la Canal no es la porción de terreno con la tasa más negativa de crecimiento vegetativo, con sus 8,5 fallecidos más que nacidos por cada 1.000 habitantes. Peores datos se dieron tanto en el Valle de Ayora-Cofrentes, como en Los Serranos, el Alto Mijares, Els Ports y l’Alt Maestrat, puesto que estas zonas geográficas sufrieronuna tasa de mortalidad bastante más elevada.
Tanto en la Costera como en la Vall d’Alabaida, el índice de crecimiento vegativo también fue negativo, aunque en una proporción mucho menor: en la primera comarca se regitsraron 3,2 fallecidos más que nacidos por cada 1.000 habitantes, cifra superada en dos décimas por la Vall d’Albaida.
2020 se cerró en esta última comarca con una tasa de 10,4 defunciones por cada mil habitantes. En la Costera se contabilizaron 10 defunciones por cada 10.000 habitantes, por las 13,6 de la Canal.
