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Bocairent restaura tres manuscritos de la Cort de Justícia datados en el siglo XVI

Técnicos del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació limpiarán y coserán los antiguos legajos

Uno de los documentos que el ayuntamiento que van a ser restaurados. | LEVANTE-EMV

Son manuscritos de un valor incalculable que descansan en el archivo municipal y describen con todo lujo de detalles los pleitos que se celebraron en la vila de Bocairent en el siglo XVI. Su estado no es el mejor y el Ayuntamiento los ha enviado al Instituto Valencià de Conservació, Restauració i Investigación (IVCr+i) para que los técnicos los restauren con el objetivo de poder desentrañar sus secretos. Ilegibles en muchas partes actualmente, el objetivo es poder digitalizarlos y transcribirlos. Poder revivir lo acontecido en aquellos episodios del pasado.

Pepa Sempere es la actual archivera municipal de Bocairent. Ayer atendió a Levante-EMV y explicó que la colaboración con el IVCr+i comenzó en 2007: «Nosotros conservamos un gran patrimonio en el archivo y desde entonces hemos ido seleccionando piezas a las que destinar fondos. En nuestras dependencias hay más de un centenar de pergaminos y el más antiguo data de 1.286. También hay documentos de los siglos XV y XVI».

Sempere detalló que en los últimos quince años se ha intervenido en varios ejemplares, siempre dependiendo del presupuesto municipal. También reconoció que en la documentación relativa a la Cort de Justicia aún queda mucho trabajo por hacer: «En la mayoría de los casos son legajos, y en muchos casos están sin transcribir. Algunos de ellos se encuentran muy deteriorados por el ataque de los insectos, la humedad y oxidación de las tintas».

«Entre los ejemplares que ya se han restaurado y digitalizado hay documentación muy diversa, desde procesos criminales, pleitos, sentencias, etc... que reflejan la actividad llevada a cabo por el juez en el ejercicio de su cargo», prosiguió la experta.

De hecho, desde el IVCr+i alertaron sobre el estado de conservación de los manuscritos. Apuntaron que son libelos compuestos por varios cuadernillos realizados en papel en los que «se observa suciedad superficial en general, manchas de humedad y oscurecimiento general del soporte por la acción oxidativa de la celulosa. Los bifolios se encuentran en mal estado de conservación, son numerosas las galerías en el soporte generadas por la acción de los insectos y la celulosa también se encuentra afectada por la acción microbiana que además de pigmentar el soporte, lo debilita, perdiendo éste su resistencia y flexibilidad, consecuencia también de la reacción de degradación de acidez», argumentaron los técnicos.

Por ello, actuarán en varias fases para restaurar los documentos. Así, se realizarán fotografías iniciales y una limpieza en seco por aspiración con el fin de eliminar los restos. Después, se limpiarán los bifolios de forma mecánica por medio de gomas de borrar y bisturí. A continuación se procederá a la medición del Ph y a los tratamientos en húmedo de limpieza y desinfección con una solución hidroalcohólica. «Si fuera necesario también se aplicará un tratamiento de desacidificación con el fin de aportar una reserva alcalina», comentaron.

A su vez, en aquellas zonas donde se requiera, el papel será reintegrado con pulpa de celulosa similar a la original de forma mecánica y aquellas hojas donde las tintas hayan taladrado el soporte se laminaran con papel japonés de muy bajo gramaje y como adhesivo se utilizará gelatina animal, siempre aspirando a lograr la máxima legibilidad de la escritura. Para finalizar, se coserán los libelos tal cual se encuentran originalmente, siguiendo el mismo sistema de cosido.

Una vez restaurados, será el momento de estudiar el contenido. Un documento anterior destapó un proceso criminal en 1596 ocasionado por unas desavenencias tras una partida de pilota. Quizás, los documentos actuales escondan historias similares.

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