El temporal de los últimos días, con lluvias persistentes, estaría detrás del derrumbe de una vivienda en el Barri Medieval de Bocairent. La localidad de la Vall d’Albaida lleva acumulados en este mes de marzo unos 396 litros por metro cuadrado, según datos de la Aemet, unas precipitaciones que no ha podido soportar el inmueble ubicado en la subida de la calle Mossén Hilari a Sant Joan, en el barrio medieval declarado Conjunto Histórico-Nacional y Bien de Interés Cultural (BIC).

La vivienda afectada, que carecía de tejado, colapsó en la madrugada del sábado al domingo, derrumbándose la fachada sobre la calle, lo que provocó el corte de la vía y del acceso a Sant Joan. Los técnicos de la oficina municipal se desplazaron a primeras horas del día siguiente hasta el emplazamiento para evaluar los daños y avisar a la empresa eléctrica para asegurar la zona, ya que el derrumbe de la fachada se llevó tras él la línea eléctrica. El Ayuntamiento de Bocairent ya se ha puesto en contacto con la propiedad para que actúe para retirar los cascotes que invaden la calzada e impiden el acceso a Sant Joan -esta mañana ya se había abierto una vía de paso hacia esta calle, ha indicado el alcalde-, y ha requerido también a los propietarios para que emprendan las obras necesarias para asegurar lo que queda en pie del inmueble y evitar riesgos tanto a los inmuebles contiguos como a la zona y al paso de viandantes. Los propietarios se desplazaron inmediatamente a Bocairent y esta mañana se han reunido con miembros del gobierno municipal para abordar la situación. El consistorio les ha ofrecido ayuda para agilizar las primeras actuaciones. El derrumbe no afectó a viviendas colindantes, en una primera inspección, aunque el informe de evaluación de la oficina técnica determinará el alcance del colapso. No se tuvo que lamentar daños personales, ya que la vivienda está deshabitada y las contiguas tampoco cuentan con residentes.

El ayuntamiento también ha informado de la situación a la Associació Veïnal del Barri Medieval, que ha lamentado el suceso, y ha advertido de la situación de riesgo de desplome de algunos inmuebles del barrio. Han recordado otros derrumbes recientes, como el de otra vivienda durante el temporal Gloria de 2020. La asociación y el ayuntamiento trabajan por la regeneración del histórico barrio, determinando conjuntamente las actuaciones más urgentes. El Barri Medieval encara las últimas fases de rehabilitación del espacio público, tal como informó Levante-EMV semanas atrás, tras un convenio con la Conselleria d’Habitatge que invertirá 300.000 euros para reurbanizar la calle Baixada del Tint, una vía perimetral del barrio medieval, situada en las proximidades de la calle donde se ha desplomado ahora la vivienda. Estos trabajos de reurbanización forman parte del proyecto de adecuación del espacio público del Barri Medieval iniciado por la Generalitat Valenciana a finales de los años 90 y que ahora afronta sus últimas fases. Tanto la asociación como el consistorio valoran muy positivamente esta reurbanización, pero apuntan que ahora los trabajos más acuciantes afectan a viviendas privadas degradadas ubicadas en el entorno, algunas en riesgo de derrumbe.

Reunión con la conselleria

Para abordar este asunto, el consistorio y la asociación de vecinos han solicitado una reunión con la conselleria, de la que están pendientes de respuesta. El alcalde, Xavier Molina, apuntaba ayer las limitaciones del consistorio para abordar estas actuaciones. “El consistorio no dispone de medios suficientes para tratar la situación. En las intervenciones en el espacio público se ha avanzado mucho y estamos ya en las últimas fases del proyecto iniciado a finales de los años 90. Pero en el ámbito de las propiedades privadas quedan muchas actuaciones pendientes”, afirma el primer edil, que señala que en la futura reunión con la conselleria “solicitaremos instrumentos, no solo económicos., sino de recursos para agilizar las actuaciones. Necesitamos instrumentos para tener más capacidad de actuación, y hacerlo con mayor celeridad”, añade. El consistorio destina unos 25.000 euros al año para intervenciones subsidiarias en propiedades privadas en estado de ruina y sobre las que pesan órdenes de actuación que los propietarios no acometen. Cuenta también con una partida de ayudas para la rehabilitación de viviendas en el barrio, de unos 60.000 euros. Xavier Molina afirma que esta problemática del Barri Medieval está “encima de la mesa, es un asunto que nos preocupa”.