Ontinyent va a poder ampliar su red de itinerarios seguros para fomentar que el alumnado vaya a pie a la escuela. El ayuntamiento de la localidad ha conseguido una subvención del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) para desarrollar la II Fase del proyecto «Caminos Escolares Seguros», iniciativa aprobada por el Consell de Medi Ambient a propuesta del colectivo Ontinyent en Bici, y puesta en marcha por las concejalías de Medio Ambiente, Educación y Educación Viaria para desarrollar un conjunto de itinerarios seguros en los centros educativos. Cuando se está poniendo en marcha la primera fase de la iniciativa, el consistorio ha obtenido una subvención de 29.250 euros para costear el 50 % de los 58.500 que se invertirán en la segunda fase.
La regidora de Sostenibilidad, Sayo Gandia, hace hincapié en el interés de una propuesta que pretende «favorecer una movilidad sostenible, saludable y segura de los niños y niñas en edad escolar, facilitando y promoviendo una red de itinerarios seguros con un diseño identificativo propio para desplazarse de manera segura y autónoma desde casa en la escuela».
Por un transporte no motorizado
El plan de trabajo previsto incluye en su I fase la participación de seis colegios de primaria: La Solana, el CEIP Bonavista, La Milagrosa, el Santa María, el CEIP Lluís Vives y el Pureza de María, con ayuda de la Generalitat. En su II Fase, que se desplegará con la aportación del Ivace, el plan se extenderá a los colegios Martínez Valls, Vicente Gironés, Carmelo Ripoll, la Concepción y Sant Josep, además de al conservatorio profesional de música.
Gandia pone el foco en el carácter participativo de este proyecto, en el que resulta fundamental «la participación y coordinación de todas y todos», incluyendo el profesorado, las AMPA, alumnado, el ayuntamiento y el vecindario, para «visibilizar y potenciar entre todas y todos los modos de transporte no motorizados».
Las actuaciones adaptarán el camino escolar para cada centro con propuestas técnicas y obras enfocadas a reducir la velocidad de circulación, mejorar la visibilidad en los cruces, y dar continuidad y comunidad a los itinerarios de personas que se desplazan de manera sostenible, atendiendo a las características urbanas de cada entorno escolar o barrio. Aparejado a este objetivo general habrá otros específicos, como fomentar el conocimiento del entorno ; identificar las problemáticas de movilidad en el itinerario hacia la escuela; incentivar un trabajo educativo sobre movilidad y salud o reflexionar sobre el cambio climático.
