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Cuatro meses con la calle levantada por obras en Ràfol de Salem

Los vecinos se quejan por las molestias derivadas del retraso de una actuación que la alcaldesa achaca a las lluvias y a los imprevistos

La calle Ànimes, en obras desde finales de 2021. | LEVANTE-EMV

A nadie le gusta tener una obra en la puerta de casa, pero para los vecinos de la calle Ànimes de Ràfol de Salem ya forma parte de lo cotidiano sufrir las incomodidades derivadas de una actuación que desde finales del año pasado dificulta el acceso a sus domicilios. Los trabajos de reurbanización y mejora de la accesibilidad en este tramo urbano ubicado en pleno centro de la población se adjudicaron en noviembre de 2021 a la empresa Vernissa Obres, SL con una inversión de 120.000 euros, en el marco del Plan de Inversiones 2020-2021 financiado por la diputación.

El plazo de ejecución inicialmente previsto era de cuatro meses, pero una serie de imprevistos han ido ralentizando la intervención. Y los vecinos comienzan a mostrar el hartazgo por el tiempo en el que la calle permanece con el pavimento de tierra tras levantarse el suelo, sin aceras para discurrir y con la maquinaria y los elementos de obra invadiendo el paso.

La alcaldesa de Ràfol de Salem, Carolina Mengual, entiende las quejas, pero pide comprensión y un poco de paciencia por la magnitud de unos trabajos completamente necesarios para adecentar la zona y adaptar al siglo XXI la accesibilidad y el funcionamiento de las redes de suministro. «Hay que pensar en que la finalidad que se persigue debe estar por encima», señala.

Mengual atribuye el parón que han sufrido las obras a la abundantes precipitaciones que se han registrado en el municipio, donde prácticamente no ha parado de llover durante varias semanas. En cualquier caso, con la reaparición del sol la actuación debía retomarse ayer, con la idea de dar un acelerón, dado que estaba pendiente colocar el mallazo de obra y a continuación el cemento en la calzada, tarea que no podía realizarse hasta que dejara de llover. La alcaldesa hace hincapié en que, pese a las intensas precipitaciones (que han dejado 600 litros en el municipio de la Vall d’Albaida), la tierra de la calle estaba «intacta» y compacta, no se ha embarrado. «En un mes y medio estará adoquinado», subraya. Otro problema que ha supuesto un condicionante ha sido el estado de algunas canalizaciones a sustituir, en peor estado de lo que se pensaba en un primer momento. La actuación contempla la creación e una nueva red de pluviales que hasta ahora no existía y la renovación de la red de aguas residuales. En el transcurso de la misma se ha detectado que había casas no conectadas y nuevas filtraciones y humedades en las viviendas, debido a la gran antigüedad de las tuberías.

Otro objetivo de la inversión desplegada es mejorar la movilidad en la calle, puesto que las aceras eran muy estrechas y se generaban complicaciones en una vía por la que pasa mucha gente.

Materiales acopiados

Otro inconveniente apuntado por la alcaldesa es la dificultad que tienen las empresas para encontrar obreros dispuestos a trabajar. «Por suerte no hemos sufrido la falta de suministros y materiales porque hicimos acopio pronto», resalta, como aspecto positivo. «Es una obra muy importante y queremos hacerla bien, esperamos que pronto y generando las mínimas molestias posibles», zanja Mengual.

En el marco de la intervención también van a instalarse contadores inteligentes en las viviendas, una medida que va a extenderse al resto de las casas del municipio para reforzar el control sobre la energía real consumida por cada familia.

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