Bares con todas las reservas copadas, aparcamientos atestados de coches, alojamientos sin plazas libres, merenderos en los que no cabía ni un alfiler y zonas de baño que registraban estampas más propias de un mes de agosto. La primera Pascua sin restricciones y sin mascarillas desde el estallido de la pandemia ha dejado un aluvión de visitantes que ha desbordado las previsiones en buena parte de los destinos de interior más demandados de la Canal, la Costera y la Vall d’Albaida y ha obligado a reforzar la vigilancia.
Las altas temperaturas y el clima soleado del fin de semana han generado un efecto catalizador que ha disparado el turismo durante los últimos días, después de semanas y semanas de planes frustrados por el predominio de las precipitaciones, la inestabilidad y el mal tiempo.
A falta de un recuento más exhaustivo, las fuentes consultadas en distintos municipios coinciden en señalar que las cifras de afluencia han superado incluso a las que se manejaban antes de la crisis sanitaria. Y no solo hablan de 2019, cuando el mal tiempo arruinó la Pascua, sino que habría que retrotraerse aún más atrás para encontrar mejores datos.
Anna ha vuelto a ser uno de los lugares más concurridos de las tres comarcas durante la Semana Santa. Miles de personas han aprovechado los días libres para visitar el Palacio de los Condes de Cervellón y recorrer la ruta de las cascadas, los gorgos y la Albufera, que hasta ayer (pero sobre todo el domingo) se llenó de pascueros dispuestos a pasar en el paraje todo el día con la mesa plantada, no solo en el entorno del lago y en las zonas habilitadas para hacer barbacoas, sino hasta en los rincones más inhóspitos. Los aparcamientos habilitados en la localidad para visitar los puntos más turísticos permanecían este lunes repletos de coches y las calles eran un hervidero de gente. Muchos no han podido resistirse al calor y han inaugurado ya la temporada de baño, tanto en Anna como en otras playas de interior cercanas en las que se han registrado escenas veraniegas, ya sea en el río de Bolbaite o en el lago de Playamonte, en Navarrés, también con una elevada afluencia durante todo el fin de semana.
Alojamiento completo
Reservar una mesa en cualquier municipio de la Canal -desde Enguera hasta Bicorp- ha resultado prácticamente imposible en los últimos días y tanto las terrazas como los interiores de los bares y restaurantes permanecían atestados en las principales horas del día, a pesar de la subida de precios. También las casas rurales y otros alojamientos de la comarca colgaron el cartel de completo, mientras que los cámpings han mantenido una elevada ocupación.
En la Costera, el castillo de Xàtiva ha vuelto a ser uno de los destinos estrella de los visitantes foráneos durante la Semana Santa, con un intenso ajetreo en las entradas y salidas. También el paraje del Riu Nou en l’Alcúdia de Crespins -recientemente acondicionado- ha experimentado un notable volumen de turistas, hasta el punto de que el ayuntamiento tuvo que hacer un llamamiento ayer a cuidar y respetar el entorno del enclave natural, así como a ir con cuidado en los torradores.
Pascua de récord. Miles de visitantes toman los principales destinos de interior. 1 El lago de Playamonte de Navarrés, uno de los parajes más concurridos. F
2 Una terraza con afluencia, ayer. F
