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"Tarancón se alegró de que contáramos con él para impulsar a los Borja"

El consistorio de Xàtiva inició hace 30 años una andadura para reivindicar a la ciudad como cuna de Alejandro VI con la implicación de la Iglesia

El exalcalde de Xàtiva, Miquel Calabuig, junto al panel de la exposición de Levante-EMV. | PERALES IBORRA

En 1992, el 500 aniversario de la elección de Alejandro VI como el papa número 214 de la Iglesia Católica brindó a Xàtiva la oportunidad de explorar un camino hasta entonces intransitado para reivindicarse como cuna de los Borja. Una oportunidad que el por entonces alcalde, Miquel Calabuig, no quiso desaprovechar: había que potenciar la vinculación de los pontífices con su ciudad natal para proyectar su figura hacia el exterior, coincidiendo con una gran exposición sobre la noble familia.

El recuerdo en blanco y negro de aquellos primeros esfuerzos, en los que se implicaron de manera activa el ayuntamiento y la Iglesia a través de una colaboración decidida, forma parte de la colección de 54 fotografías que Levante-EMV expone estos días en la Albereda de Xàtiva en el marco de la muestra conmemorativa del 150 aniversario del nacimiento del periódico.

La instantánea, que cumplirá 30 años en agosto, capta el momento en el que Calabuig se dirige al público tras descubrir una placa en la casa natal de Alejandro V junto al cardenal Tarancón y el abad de la Seu, Miguel Soler. Fue uno de los actos organizados por el consistorio para impulsar el poderoso legado de los Borja. El exalcalde tiene un recuerdo «muy agradable» de aquel día, aunque en las fotos todas las autoridades aparezcan muy serias, quizás porque era 5 de agosto y hacía un calor de justicia.

«El cardenal Tarancón se alegró de que contáramos con él. Era una persona muy abierta y simpática con la que se podía hablar de cualquier tema. Celebró una misa solemne en la Seu y luego bajamos a la plaza Alejandro VI para el acto», indica Calabuig, que también evoca el «buen puro» que se fumaron ambos después de comer junto al abad en el Palau, en un ambiente distendido. El exalcalde destaca que el estamento eclesiástico participó de manera enérgica en la comisión que se creó para impulsar la vinculación de los papas con Xàtiva, aunque asegura que, tres años más tarde, «se perdió una gran oportunidad de continuar» el trayecto iniciado, con el cambio de gobierno de 1995. «El alcalde cambió, la idea se perdió y Gandia aprovechó para explotarla», potenciando los elementos de los Borja ligados a esta ciudad.

«Hicimos un esfuerzo importantísimo y una gran inversión, conseguimos la colaboración de las Corts y la Generalitat para comenzar una serie de acciones, pero no se siguió adelante y en buena medida aquello quedó en nada», observa Calabuig, para quien «todavía queda mucho que hacer» en la recuperación de la figura de los papas, «con ganas y una perspectiva de futuro».

La revitalización del casco antiguo

El exalcalde de Xàtiva también pone en valor el «simbolismo» de la primera de las fotografías que componen la muestra cronológica instalada por Levante-EMV: en ella aparece el concejal de Cultura en 1992, Mariano González Baldoví, ante la torre desplomada de la iglesia de Sant Agustí. «Mariano fue el impulsor de la restauración y la compra de la iglesia, que luego fue un centro musical. Lo que hay allí es faena suya», recalca. La iniciativa se enmarcó dentro de la filosofía impulsada entonces por el ayuntamiento para instalar servicios en el casco antiguo con tal de revitalizar la zona, «producir movimiento» y evitar su degradación. Una estrategia que también requiere «una labor continuada» y «con visión de futuro», subraya Calabuig.

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