Los primeros avisos se recibieron sobre las once y cuarto de la mañana. El 112 movilizó un helicóptero y una dotación del Grupo de Rescate en Altura (Gera) del parque de bomberos de Xàtiva para atender a un hombre que se encontraba inconsciente en una senda cercana al poblado íbero, de muy difícil acceso para una ambulancia. Un médico de Atención Primaria y una unidad del Samu también se trasladaron hasta el lugar de los hechos. Sin embargo, no pudieron hacer nada.
Vicente Manuel Sanz Gómez, cronista oficial de Enguera y profesor jubilado de 61 años de edad, había fallecido.
Muy apreciado en la localidad de la Canal de Navarrés, ayer salió con un grupo de estudiantes del instituto para participar en una excursión extraescolar por el poblado íbero de la localidad, donde sufrió una indisposición.
Honda consternación
La noticia de su muerte causó una honda consternación en la población. De hecho, el Ayuntamiento de Enguera declaró oficialmente tres días de luto oficial por su fallecimiento. Y los mensajes de exalumnos poblaron las redes sociales: «Gracias, Vicente, por fomentar el espíritu crítico y el debate entre tu alumnado, por ayudarnos y enseñarnos hasta el último momento», fue uno de los más destacados. «Un brindis por mandarnos a la pared cuando nos portábamos mal, por vacilarnos cada vez que pensábamos que lo sabíamos todo, por querernos discretamente, por trasmitirnos tanto conocimiento», apuntaba otra antigua estudiante.
Y es que Vicente M. Sanz formó a generaciones de enguerinos y enguerinas desde su puesto de profesor de Historia en el instituto, del que se jubiló el pasado 10 de febrero. Aunque retirado, seguía colaborando con el centro en actividades centradas en divulgar la historia local. De hecho, el pasado lunes visitó el Castillo para ver si las recientes lluvias habían afectado el edificio.
Desde su entorno familiar confirmaron que tenía muchos proyectos por realizar: «Nos vamos a acordar toda la vida de él. Siempre ha sido muy querido en el pueblo. Nos decía que ahora que tenía más tiempo iba a hacer muchos vídeos para que la gente conociera Enguera, pero no ha llegado, una pena», expresaron.
A su vez, en el instituto también se sumaron a las muestras de pésame: «Fue un magnífico docente, que siempre quería lo mejor para sus alumnos y sufría por ellos. Transmisor de conocimiento a amigos, alumnos, enguerinos o visitantes. Tertuliano con quién quisiera y en cualquier momento, pues siempre estaba disponible. Guía y embajador de su pueblo. Metódico. Estudioso. Investigador. Intelectual».
En la base de datos de la Biblioteca Nacional de España (BNE) se encuentran diez referencias de obras firmadas con su nombre. Todas están relacionadas con la historia de la población de la Canal en la que residía. Todas quedan como testigos narrativos de su labor enciclopédica.
«Vicente se ha ido rodeado de lo que más ha amado y de lo que ha sido su vida. Rodeado de alumnos. Rodeado de Enguera y su Sierra. Enseñando y transmitiendo sus conocimientos», apostilló uno de los trabajadores del instituto en el que durante tantos años dio clases de Historia.
