Peligro: derrumbe en el casco antiguo

Las lluvias y las altas temperaturas están poniendo a prueba la fragilidad de muchas viviendas de municipios con amplios barrios históricos, mientras técnicos y ayuntamientos piden más agilidad para poder actuar y evitar males mayores

Una de las viviendas derrumbadas en Ontinyent con escombros en la calle, hace unas semanas. | PERALES IBORRA

Una de las viviendas derrumbadas en Ontinyent con escombros en la calle, hace unas semanas. | PERALES IBORRA / Sergio Gómez. Xàtiva

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Xàtiva

Las copiosas lluvias de la primavera y las altas temperaturas que han venido después se han juntado en un cóctel explosivo que está poniendo a prueba la fragilidad de los cascos antiguos de municipios con amplios barrios históricos en los que coexisten multitud de viviendas abandonadas en un penoso estado de conservación. En Ontinyent, una serie de derrumbes de gran consideración en un corto periodo de tiempo se han traducido en importantes desprendimientos a la vía pública que han encendido las alarmas. Un reciente informe de la Policía Local habla de un escenario de «peligro y máxima alerta» para la vida de las personas.

En Xàtiva, la preocupación también está latente ante la sucesión de desprendimientos interiores y exteriores en inmuebles antiguos. Los responsables municipales de Urbanismo defienden la aplicación estricta de la disciplina urbanística, pero lamentan las múltiples trabas y condicionantes que obstaculizan y ralentizan, a veces hasta la extenuación, los expedientes de actuación en el centro histórico: dueños ilocalizables, autorizaciones de Patrimonio que no llegan, trámites que se alargan...

«Continuamente estamos dictando órdenes de ejecución en los inmuebles porque la obligación de tenerlos en condiciones es de los propietarios», sostiene el concejal de Territorio de Ontinyent, Joan Sanchis. En esta localidad, el 21 de abril se produjo un derrumbe en la casa natal del músico Gomis. Más de un mes después y pese a los requerimientos, la vivienda sufrió otro hundimiento a la espera aún de iniciarse la obra de estabilización de la fachada y la estructura, para la que la propiedad ya ha obtenido los permisos.

El alcalde activó el 19 de mayo un plan de choque que faculta al consistorio a intervenir de emergencia en los inmuebles que precisen de derribos o apuntalamientos urgentes por riesgo de caída si un técnico municipal así lo decide, sin esperar a la autorización de Patrimonio ni a los procesos habituales, con tal de acelerar las obras ante una amenaza de «muerte de alguna persona».

El regidor de Urbanismo de Xàtiva, Ignacio Reig, coincide en señalar la compleja casuística que rodea el cumplimiento de la ley por «los farragosos trámites» exigidos a los consistorios, aunque hace hincapié en el refuerzo de la disciplina urbanística y de las gestiones en el centro histórico. Toda intervención en la zona protegida precisa de autorización de la comisión mixta de Patrimonio, y los permisos se suelen retrasar. La corporación setabense tiene la esperanza de agilizar los plazos cuando se apruebe de forma definitiva el Plan Especial del casco antiguo, cuya efectiva puesta en marcha también se está eternizando por la lentitud de la administración autonómica.

«El abandono de los cascos antiguos es una dinámica social muy difícil de revertir, pero hemos destinado muchas inversiones para favorecer la rehabilitación de inmuebles y establecer servicios públicos en su seno», apunta Reig.

Otra problemática creciente es que muchas viviendas abandonadas se hallan en un limbo jurídico tras ser objeto de herencias cuyos destinatarios se han desentendido. Hasta que el inmueble pasa a manos públicas hace falta mucho tiempo y esfuerzo. Es el caso de una casa en muy mal estado en la calle Teresa Jornet de Xàtiva, en la que al consistorio le ha costado 25 años poder intervenir y derribarla. Otros propietarios desoyen las órdenes de ejecución de obras de estabilización e incluso algunos bancos prefieren pagar las multas del ayuntamiento. Reig echa en falta más herramientas en manos de los municipios para evitar el deterioro de inmuebles, como los embargos en caso de que los dueños acumulen deudas elevadas en materia de impuestos y mantengan la casa abandonada.

Plazos excesivos

La presidenta del Colegio Territorial de Arquitectos Valencianos (CTAV), Marina Sender, apunta a una «cuestión social» para explicar el abandono que sufren muchas viviendas en cascos antiguos. La experta, sin embargo, recalca que los ayuntamientos disponen de vías de emergencia para evitar derrumbes y «males mayores» que les permite actuar de forma urgente en inmuebles en riesgo con tal de consolidar su estructura o apuntalarla sin esperar a la licencia.

Eso sí, Sender coincide en que los trámites administrativos «son excesivamente largos y complicados». La presidenta de los arquitectos señala que entre los técnicos hay una «demanda» de que dichos trámites pudieran ser más ágiles «para el beneficio del usuario». Aunque el problema se arrastra desde hace tiempo, Sender confía en que los fondos Next Generation y las ayudas de la conselleria para mejoras de habitabilidad puedan paliar el deterioro de los centros históricos.

Para solucionar las trabas, la profesional cree que debe haber voluntad «de todas las partes», incluidos los ayuntamientos, que «tienen que favorecer los técnicos o el servicio para que sea ágil». «La administración tiene que facilitar los medios y recursos necesarios», remacha. La falta de personal es otro de los condicionantes que lastra la actuación de los consistorios.

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