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El abandono de caquis crece en la Vall al perderse el 50% de la cosecha

Los bajos precios desaniman a los productores

Plantaciones de caquis en pleno crecimiento. | PERALES IBORRA

La Vall d’Albaida es la comarca valenciana que más golpeada se ha visto por los cuantiosos daños que han sufrido las explotaciones de caqui como consecuencia de las heladas y la humedad registradas al principio de la primavera, cuando los árboles se encontraban en pleno proceso de floración. Las primeras estimaciones sobre el terreno practicadas por La Unió de Llauradors apuntan a un descenso medio de la producción del 50 % de cara a la próxima campaña respecto a lo que se consideraría una cosecha normal. Un porcentaje que supera en un 15 % la merma prevista por la organización agraria en el conjunto de la Comunitat Valenciana.

El productor Paco Benavent, que gestiona campos de caquis en Bèlgida, Carrícola y Rotglà, advierte de que en muchos cultivos de la Vall los kilos de caquis que puedan recogerse no llegarán ni a la mitad de lo que sería habitual. Aunque los daños derivados de las heladas en las parcelas quedarán cubiertos por el seguro, hay muchos casos en los que los brotes del fruto se vieron muy afectados por la humedad y, a pesar de ello, los agricultores no recibirán ninguna compensación económica.

Esta situación adversa llega después de que la última campaña tampoco superara las expectativas y en un contexto de crisis de precios que el productor de la directiva de La Unió señala como el verdadero problema endémico que está lastrando al sector. Un conjunto de factores que está repercutiendo en el abandono cada vez mayor de campos en plena producción y que también contribuye al descenso de las cosechas. Ante las malas previsiones, algunos operadores comerciales están intentando acelerar las compras de fruta en el campo a cambio de precios que de media se sitúan de momento en 0,35 euros el kilo, solo un14% superiores a los de la pasada campaña por estas mismas fechas.

La organización agraria hace un llamamiento a los productores para que actúen con prudencia y no se precipiten a la hora de vender, dado que aún es pronto y las cotizaciones ofertadas no se ajustan a la realidad de la campaña. «Hay que esperar a que suban los precios ante la gran merma prevista y no vender apresuradamente», indican desde La Unió. Aunque en la Costera las mermas de producción serán inferiores por ser un territorio más cálido, Benavent apunta también a la existencia de explotaciones con pérdidas similares a las experimentadas en la Vall. «El cambio climático afecta más de lo que creemos y muchos campos se están abandonado por las plagas y los costes de producción», señala el productor. Las temperaturas más altas de lo normal en las últimas semanas también están afectando a lo árboles y pueden pasar factura.

Según los últimos datos disponibles, la cantidad de planta reproducida de caqui el pasado año por los viveros homologados en la C. Valenciana se ha reducido un 4% sobre el anterior y un 80 % respecto a 2015.

Plagas y costes disparados

Los productores de caqui esperan que la próxima cosecha sea bastante corta y mucho más baja en kilos que la pasada, en la que ya se registró un desplome de entre el 15 % y el 20 % de la producción respecto a un año normal.

La Unió ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que establezca una línea de ayudas extraordinarias para todos aquellos productores que, teniendo una póliza de seguro en vigor para el plan 2021-2022, no dispondrán de ninguna indemnización por lo que consideran una «mala adecuación» del sistema asegurador. Los agricultores piden que se cubran también los daños provocados por la humedad en los cultivos y no solo por las heladas.

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