«Un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla». Esta cita —con sus múltiples variantes— es atribuida a muchos personalidades, incluso a Napoleón Bonaparte. Y, quizás, resume las intenciones de Mar Juan Tortosa y Toni Morant, que presentan hasta el próximo 24 de julio en la Casa de la Cultura la exposición «CUL-DE-SAC? El franquisme als carrers de Xàtiva».
El visitante que llega a la muestra se adentra en una sala llena de símbolos de la dictadura que perduraron durante años en nuestro país, como las características placas con el yugo y las flechas que distinguían las promociones urbanísticas desarrolladas durante aquellos tiempos, por ejemplo.
Y es que los responsables de la iniciativa buscan retrotraer al pasado a todo aquel que acuda a la Casa de la Cultura: «Queremos ofrecer un pequeño paseo por las calles de Xàtiva durante el franquismo. Es decir, hablar de un pasado que no está tan lejos. También ofrecemos un análisis del espacio público actual. Con este paseo queremos generar un sentimiento de melancolía que nos traslade a muchas infancias, a cómo se disfrutaba del espacio público, ver como se relacionaban vecinas y vecinos... para contrastarlo todo con la actualidad y, así, saber la forma en la que ha influenciado o afectado toda esta simbología franquista».
Trabajo de campo
Para preparar la exposición, los responsables han realizado un amplio trabajo de campo, repartido entre el archivo y la calle. «Hemos buscado mucha documentación específica de la época, como actas de plenos, expedientes de rotulación, planos, cartelería, fotografías de la época, etc. Hay que decir que, compartiendo la investigación entre dos personas y con la ayuda del personal del Archivo Municipal de Xàtiva, no ha sido difícil reunir las fuentes».
A su vez, confirmaron que han observado y documentado los diferentes vestigios franquistas que han hallado en Xàtiva. «Se tiene que reconocer que los primeros ayuntamientos democráticos hicieron una muy buena tarea de revisión de la presencia simbólica de la dictadura en el espacio público de Xàtiva a partir del 1979, sobre todo en cuanto a los nombres de calles. Y desde el 2015 el consistorio ha llevado a cabo una revisión más concreta sobre los símbolos, como las placas del Ministerio de la Vivienda. Y no solo las han quitado, sino que las han sustituido por otras para recordar la financiación pública de la construcción de esas promociones. En esto, Xàtiva ha sido pionera», destacaron. Mar Juan Tortosa y Toni Morant hicieron especial hincapié en la sustitución de una placa de grandes dimensiones labrada piedra —de la también falangista Obra Sindical del Hogar— por un colorido mural pintado por Angela Malysheva, artista muy vinculada a la ciudad.
La exposición cuenta con el apoyo de la Universitat de València (UV) y el Ayuntamiento de Xàtiva. Raquel Caballero, concejal de Memoria Histórica en la capital de la Costera, enfatizó ayer que el proyecto se une a toda una serie de iniciativas vertebradas a través del programa «Record permanent»: «Cuando Mar Juan Tortosa nos explicó sus intenciones vimos que sí se enlazaba con nuestros objetivos. Intentamos apoyar todas aquella iniciativas que se vinculan con la recuperación de la memoria histórica, creemos que es nuestro deber».
