Las medidas activadas este año por el Ayuntamiento de Xàtiva para poner coto al excesivo ruido que en anteriores ediciones se alargaba hasta altas horas de la madrugada en la zona de atracciones de la Fira d’Agost no ha colmado todas las demandas vecinales en la Avenida Pintor Juan Francés. La ubicación de los grupos electrógenos que alimentan el funcionamiento de algunas de las atracciones a escasos metros de las viviendas es otra de las habituales quejas de los residentes que este año se ha vuelto a repetir. El olor a combustible, la producción de humo ylos cables por el suelo son algunos de los inconvenientes que se suelen asociar a estos equipos generadores de electricidad.
«Nos esperan más de diez días de monóxido de carbono en la ventana de casa, a menos de 15 metros de distancia. No podremos abrir ni ventilar», señalaba ayer en las redes sociales el artista fallero Xavier Herrero, que vive en uno de los bloques residenciales de la avenida. «En dos años de pandemia se podría haber pensado otra solución: nos obliga a estar encerrados dentro de casa. Vivo en un cuarto piso y tengo tufo todo el día», apuntó a este diario.
No son pocos los residentes de la zona que huyen de sus casas cuando llegan estas fechas. Fuentes vecinales señalan la problemática de emplazar estos generadores subidos a la acera y tan próximos a las viviendas y sugieren que podrían colocarse en otros espacios donde resultaran menos molestos.
El regidor de Fira, Pedro Aldavero, recalca que se ha intentado que los grupos electrógenos instalados en el recinto sean de última generación para que no hagan demasiado ruido y generen las menores molestias posibles al vecindario, pero deja claro que no hay alternativa. «No existe un cableado ni una instalación eléctrica para suministrar corriente a las atracciones, que necesitan una potencia bastante elevada, lo que nos deja sin otras opciones», señala. Aldavero hace hincapié en que los equipos deben de cumplir unas características y especificidades técnicas exigidas por la normativa para evitar que las vibraciones y las emisiones superen los límites establecidos. «Se intenta que sean los más silenciosos posible y, en todo caso, hay otras atracciones que llevan los grupos electrógenos dentro de un camión y se escuchan menos», ahonda el regidor, que pide «paciencia» a los vecinos.
Exigencias técnicas
Este mismo viernes por la noche, el concejal se reunirá con los residentes y con los feriantes para acercar las posturas de ambos colectivos en lo concerniente a las molestias por el ruido y para estrenar «in situ» el nuevo equipo incorporado para limitar la música en la zona de la Avenida Juan Francés. De esta forma, el volumen de las atracciones se bajará en torno a la una de la madrugada. «Queremos que los vecinos conozcan a los feriantes y que vean que se tienen que ganar la vida y también que los feriantes sepan que hay gente durmiendo muy cerca, para intentar pasar la Fira lo mejor posible entre todos», explica el edil.