Desde el 1 de julio, una media diaria de 417 bañistas han reservado para poder acceder al Pou Clar de Ontinyent a través de la aplicación activada por el ayuntamiento con el objetivo de poner coto a la masificación en los meses de verano. Desde la segunda semana de julio, este paraje de aguas cristalinas cuya popularidad se disparó con la llegada de las redes sociales, ha completado el aforo límite de 450 personas casi cada día.
Las estadísticas de afluencia a la zona de baño muestran el trasiego de visitantes que recibe. El buen caudal de agua que porta el río Clariano tras las intensas lluvias de la primavera y la concatenación de jornadas con altas temperaturas este verano son factores que empujan a muchos a buscar un chapuzón frío como antídoto contra el bochorno estival.
El Pou Clar no solo ha colgado el cartel de completo todos los fines de semana desde julio, sino también durante ocho días entre semana de ese mes —habitualmente menos turístico— y prácticamente durante todas las jornadas de lo que va de agosto. Los tiques llevan varios días agotados tanto para hoy, como para mañana e incluso para el lunes, día festivo nacional.
Al igual que en el verano de 2021, el consistorio ha decidido mantener la restricción de acceso hasta el día 31 de este mes para evitar los problemas de saturación que conllevaba la excesiva concentración de gente tanto en las pozas como en los alrededores del paraje. La vigilancia para entrar al paraje se mantiene a diario hasta las 17.30 horas.
