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La excavación en Santa Clara podría destapar restos de enterramientos

La intervención arqueológica previa a las obras del futuro centro cultural abarcará una superficie de 1.376 m2 del antiguo convento de Xàtiva - Los trabajos aportarán nuevos datos para terminar de perfilar el proyecto

La iglesia del antiguo convento de Santa Clara de Xàtiva. | PERALES IBORRA

El Ayuntamiento de Xàtiva ha sacado a concurso un contrato valorado en 291.680 euros para desplegar en el antiguo convento de Santa Clara una serie de trabajos arqueológicos previos a la transformación del complejo en el Centre Raimon de Activitats Culturals (CRAC). La intervención prevista contempla excavación del subsuelo en una superficie de 1.376 metros cuadrados que abarca el lunado del patio y el interior de la iglesia, el refrectorio y la cocina, así como la galería sur, una parte del claustro y las estancias ubicadas al norte.

El objetivo es obtener datos sobre el monasterio —levantado durante los primeros años del siglo XV—para terminar de perfilar la construcción del futuro centro cultural. El proyecto de la intervención arqueológica que ha salido a licitación pública contempla la posibilidad de que durante los trabajos aparezcan «restos humanos articulados», en cuyo caso se incorporaría un paleontropólogo a las actuaciones. Si así fuera se prevén como mucho dos semanas de trabajo de campo y una para la redacción de documentación técnica, aunque si el hallazgo de este tipo de restos es «extensiva» la decisión a adoptar «se evaluará juntamente con el promotor de los trabajos», subraya el documento.

El autor del proyecto, el arqueólogo Fernando Cotino, ya participó en 2008 en un estudio arqueológico que se desplegó en la zona del claustro de Santa Clara y que permitió ampliar el conocimiento histórico del edificio, al documentar estructuras de ocupación y elementos suntuarios anteriores a la fundación del convento, en épocas andalusíes, islámicas y romanas. El investigador recalca a este diario que no es nada extraordinario que un proyecto de este calibre prevea la localización de cuerpos humanos. «En este tipo de conventos es habitual que haya enterramientos», apunta. Aunque en Santa Clara hay un pequeño y antiguo cementerio, no se contempla ninguna intervención en el mismo. Aún así, Cotino señala que es posible que se descubran alguna sepultura. En cualquier caso, el arqueólogo hace hincapié en que en el convento no se va a desarrollar un programa de investigación, sino que se van a analizar las posibles afecciones arqueológicas de las obras, teniendo en cuenta que el conjunto es un Bien de Interés Cultural (BIC) protegido. «Toda la información que aparezca se documentará y ayudará a enriquecer y a mejorar el proyecto de actuación», incide Cotino.

Evitar afecciones

Entre las afecciones previstas figura la eliminación de los recrecidos existentes en la galería sur y en el claustro para devolver estos espacios a la cota del piso previo a las actuaciones añadidas de mediados del siglo XX. También se evaluarán las zonas donde se prevé la instalación de suelo radiante y de conductos de ventilación en el futuro CRAC. Una intervención arqueológica mural permitirá conocer con detalle el desarrollo de las arcadas de la galería sur. En virtud de la diferente complejidad de los trabajos de excavación, se han programado cuatro tipos de actuaciones: el vaciado de catas anteriores, la excavación arqueológica manual —con ayuda de una miniexcavadora o martillo eléctrico—, la excavación arqueológica manual de baja complejidad —que se aplicará en la zona ajardinada del lunado del claustro— y la excavación arqueológica manual de mayor complejidad, que se ejecutará en otras cuatro áreas del convento.

Los nuevos trabajos que se van a llevar a cabo podrían sacar a la luz elementos que permitan comprender mejor la vida en esta zona de la ciudad en épocas anteriores a la fundación del edificio religioso. Los materiales recuperados se inventariarán, se analizarán y podrían ser reutilizados a disposición de la obra del CRAC o bien se depositarán en el museo de l’Almodí. El proyecto reseña la aparición de un acueducto de la época romana en la calle Santa Anna —durante las labores de seguimiento arqueológico de una instalación de servicio público— que podría estar relacionado con las instalaciones hidráulicas del convento y con los niveles romanos que en los trabajos de excavación se detectaron.

Los trabajos se extenderán durante tres meses con 20 personas

Las intervenciones arqueológicas previstas en el antiguo convento de Santa Clara se extenderán durante un periodo de tres semanas y contarán con un equipo de una veintena de profesionales, según el proyecto que acaba de salir a licitación. Habrá un responsable, tres arqueólogos encargados de la excavación y la arqueología mural, otro encargado del inventario de los materiales arqueológicos, un paleoantropólogo, un restaurador y una decena de peones. El proyecto establece la protección de los elementos sensibles ubicados en las áreas de actuación, en particular la iglesia y el refrectorio, las carpinterías decoradas del coro alto o las pilas de mármol de Buixcarró de la cocina. Las imágenes de la iglesia y el retablo mayor se cubrirán con geotextil o con una lámina plástica fijada a la pared. Dada la inmediatez con la que se prevé ejecutar el CRAC, solo se prevén consolidaciones de elementos «en caso de necesidad extrema». El presupuesto incluye una partida de restauración.

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