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La Fira de los contrastes llega a su fin

Los hosteleros ven superadas sus expectativas con altos niveles de ocupación que se alargan hasta este fin de semana, pero algunos recortan horarios por falta de personal y los feriantes son más comedidos en el balance - La respuesta en los conciertos de la Murta sigue sin ser masiva frente a otros escenarios con aglomeraciones

Ambiente en el Real de la Fira tras la «mascletà» de ayer. | PERALES IBORRA

Cada cierto tiempo, el calendario ofrece a la Fira d’Agost de Xàtiva un hueco perfecto que permite alargar el clima festivo durante dos fines de semana. Este es uno de esos años y la hostelería es la que más lo agradece. La prolongación de los actos programados y del recorrido comercial hasta el domingo es un aliciente añadido que permite mantener altos los niveles de ocupación y las reservas tanto para hoy como para mañana. En un contexto de incertidumbre por la inflación, las buenas sensaciones que trasladan los propietarios de restaurantes y bares por la concatenación de jornadas con grandes cajas difiere del balance de buena parte de los responsables de los puestos comerciales de la feria, más comedidos y menos optimistas cuando confrontan la recaudación de este año con la de 2019, la última antes de la pausa pandémica.

El público coreando las canciones durante la Nit Jove del jueves. | JAVIER ALCÁZAR

No es el único contraste que deja la edición de 2022. Las cifras de afluencia de las actuaciones programadas en el escenario principal de la Murta no resisten la comparación con otros años y desentonan con las aglomeraciones registradas en otros espacios escénicos como el del festival Al Ras en el Jardí de la Pau o en la plaza de la Seu con El Festival de la Cançó o las obras de teatro. Después del "pinchazo" de Muchachito y de la modesta repercusión de las dos Nits Joves con La Pegatina, El Diluvi, Mafalda y Tesa, en el concierto central de anoche con Dorian y La Habitación Roja apenas se habían vendido ayer tarde 1.294 entradas anticipadas, a falta de las sacadas en taquilla.

Es la última Fira de la legislatura y los contrasten también se dan en el ámbito político. El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, defiende que el conjunto de la Fira ha tenido este año una respuesta más que notable y que se ha experimentado una "grandísima afluencia", "como mínimo como en 2019", a falta de un balance oficial más preciso. Xàtiva Unida y el PP, en cambio, cuestionan el impacto económico señalado por el equipo de gobierno y mantienen que ha sido una edición más "pobre" que otros años en cuanto al volumen de paradas y de asistentes.

Desde la Asociación de empresarios de Xàtiva (Adexa) trasladan la "satisfacción" del sector hostelero con los resultados obtenidos hasta ahora. "La afluencia de gente ha sido buena y ha habido ventas importantes, como es habitual", indica Mª José Patiño. Respecto a los comercios de Xàtiva, muchos siguen optando por cerrar estos días, aunque los que han abierto en el entorno del Real —señala— "están contentos y se han aprovechado del filón". El bar Moncho siempre es un buen termómetro de cómo ha ido la Fira. Y su responsable, José Antonio Roca, tiene claro el diagnóstico: los resultados están rebasando las expectativas de trabajo con creces porque la Fira ha sido "larga, redonda y con mucha afluencia de gente que ha venido a gastar". "La inflación no se ha notado estos días y según como venga el invierno de momento tenemos ya un colchón asegurado", subraya Roca, cuyonegocio ha reforzado su plantilla un 40 %. Y aún queda un fin de semana "muy bueno" por delante con la jornada de hoy repleta a rebosar de clientela tras una semana con cifras de reservas "espectaculares" que han llenado la terraza a diario. "Después de la pandemia esto va a venir muy bien", sentencia.

Menos horario por el personal

Otros locales no tan encima de la Fira también han colgado el cartel de completo este sábado, aunque son varios los que se han visto obligados a reducir sus horarios de servicio por los problemas para encontrar personal. Es el caso de Casa la Abuela, donde han renunciado a servir almuerzos este año a pesar de que en el restaurante confirman que las comidas y cenas están funcionando muy bien.

En el entorno de la plaza del Mercat, sobre todo triunfan las noches. Para Antonio Biosca, gerente del Public Lounge, enlazar los dos fines de semana de Fira ha sido providencial y esta edición ha dejado "momentos apoteósicos" de clientela, si bien éste sí que nota a la gente un poco más comedida a la hora de gastar. A quienes también les está yendo muy bien es a las fallas con chiringuitos de restauración en el Jardín del Beso. La zona se abarrota de día y de noche con largas colas de espera y recaudaciones de miles de euros.

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