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Cierra una tienda con medio siglo de historia en el casco antiguo de Xàtiva

Los propietarios de la frutería de la calle Sant Francesc abandonan el negocio por jubilación y quieren darle continuidad con su traspaso para no dejar colgada a una clientela fiel en esta vía de Xàtiva cada vez más huérfana de comercios tradicionales

Pepita, en la puerta de la frutería que se traspasa en la calle Sant Francesc de Xàtiva. Sergio Gómez

El goteo de cierres de tiendas con raíces históricas no cesa en la calle Sant Francesc de Xàtiva. A escasos metros del emblemático horno tradicional que hace justo un año bajó su persiana en la esquina con la Porta de Sant Francesc, otro establecimiento dedicado a las frutas y las verduras ha anunciado su despedida. Vicent y Pepita llevan prácticamente toda la vida ofreciendo productos frescos cosechados directamente de unas huertas propias que ya eran objeto de comercialización por parte de sus antepasados. Ellos comenzaron en la Plaza del Mercat, hasta que la reordenación del enclave les obligó a buscar otro emplazamiento. Hace 27 años recalaron en la calle Sant Francesc, primero en un local distinto al que ocupan ahora y durante dos décadas en la tienda actual.

No es que el negocio no vaya bien o que no sea rentable, pero Vicent se jubila en diciembre y sus problemas de salud han conducido a su mujer a tomar la difícil decisión de dejar el negocio para estar a su lado. Ella no puede ocultar que las lágrimas asumen cuando explica la situación. La idea es poder traspasar el establecimiento en pleno funcoinamiento antes de su cierre definitivo, aunque viendo la cantidad de carteles de "se alquila" y "se vende" que han proliferado en los bajos comerciales de la calle la empresa no parece tan sencilla. Lo que más le duele a Pepita es dejar colgada a una clientela fija que a diario acude fielmente al establecimiento en parte porque los productos lo valen y demuestran su calidad y en parte por su trato cercano y su simpatía. "Sería una lástima que esto se perdiera", lamenta.

Por eso, el anuncio del traspaso incluye la licencia de apertura, las neveras expositoras refrigeradas, el aire acondicionado, los mostradores, la balanza informatizada, la puerta autonómica que abre y cierra el local e incluso la página web. "Es una gran oportunidad, un chollazo", concluye.

La frutería y verdulería del nº20 de la calle Sant Francesc hunde sus orígenes en una tradición familiar centenaria dedicada al cultivo del campo. La regente del establecimiento muestra una placa de 1932 que cuelga sobre la pared en virtud de la cual se otorgó una mención honorífica al abuelo de su marido por sus cosechas de frutas, que casi un siglo después se siguen cultivando. Buen parte del género procede de una finca familiar propia de 17 hectáreas que surte a la tienda.

Mientras este diario conversa con Pepita, a la que apodan la "Pomera", entra en la frutería una mujer que regentaba el antiguo horno de Sant Francesc. Su madre ya compraba los productos que ofrecía esta tienda en su primitiva ubicación del Mercat. Ambas hablan del pasado esplendor de esta zona comercial de Xàtiva. La tendera aconseja a sus clientes sobre las frutas y verduras que deberían llevarse y tiene por costumbre descontarles un céntimo en todas sus compras. Un pequeño gesto que ayuda a fidelizar a los consumidores. Durante la conversación, también recibe llamadas de posibles interesados en la frutería, aunque de momento no hay nada seguro sobre su futuro.

Si nadie pone remedio dándole una continuidad, con la clausura de la tienda en Sant Francesc quedarán pocos negocios tradicionales. A su lado subsiste una de las pocas tintorerías de raíces antiguas que subsisten en Xàtiva. Desde la asociación empresarial Adexa se han ofrecido a intermediar ante posibles compradores y han querido echar un capote a Pepita y Vicent haciendo difusión del anuncio del traspaso del establecimiento. "Todo el que haya pasado por el centro histórico de Xàtiva sabe que en la Calle Sant Francesc se encuentra uno de los comercios alimentarios más emblemáticos de nuestra ciudad. Ahora es el momento de que otra gente recoja la cosecha del trabajo de Pepita y Vicent"

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