Ingerir bebidas alcohólicas antes de tener que conducir es una mala decisión. A nadie le cabe duda de ella. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido durante los últimos tiempos las sanciones derivadas de estos comportamientos, conscientes de que son la principal causa de los accidentes al volante. Sin embargo, son muchos los episodios en los que los conductores se saltan cualquier atisbo de precaución. La problemática no cesa.

Así ha ocurrido esta madrugada en Ontinyent. La Policía Local ha recibido sobre las 3 de la mañana un aviso en el que se informaba sobre una discusión en la zona de la plaza de Santo Domingo. Al acudir dos patrullas al lugar de los hechos se han encontrado con un vehículo y han decidido realizar la pertinente prueba de ingesta de alcohol a la conductora al encontrarla tomando una cerveza mientras conducía. Según la información facilitada a este diario, la prueba ha dado como resultado las cantidades de 0,59 y 0,65 en aire espirando, superando claramente los límites legales.

Ante esta tesitura, los agentes han instruido la correspondiente denuncia y la intervención ha finalizado con la inmovilización del vehículo y su posterior traslado al depósito.

Y este tipo de incidentes se repiten cada cierto tiempo. Así, el pasado mes de agosto, una patrulla de la Policía Nacional logró identificar a un conductor que se había dado a la fuga tras verse implicado en un accidente de tráfico. Luego, también dio positivo al verse sometido a la prueba de alcoholemia.