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LA CIUDAD DE LAS DAMAS

El premio es para...

Concierto de Pep Gimeno " Botifarra ". jose aleixandre

Los premios, premios son y tienen el valor que tienen, que no es el mismo para todos. Aunque eso no sea óbice para que a los premiados casi siempre les sepa a gloria. Con todo, no es lo mismo recibir el Nobel de Literatura, que ganar el primer premio del concurso de redacción convocado por Coca-Cola en 1968.

En cualquier caso, los premios tienen una importancia innegable en la medida en que señalan a las personas con talentos o actuaciones merecedoras del reconocimiento social y de esa forma establecen modelos, crean referentes. No son solo homenajes inocentes, sino que señalan con dedo amable pero inexorable, lo que tiene valor en esta sociedad.

Xàtiva viene entregando sus premios 9 d’Octubre desde no hace demasiados años. Y siempre lo ha hecho a personas con merecimientos más que probados. Así sucede este año, que lo recibirán dos hombres de reconocido prestigio en diferentes ámbitos: Pep Botifarra y Jacint Martínez. También se reconoce la labor de dos asociaciones, Acofem y Aspromivise, dedicadas ambas a imprescindibles tareas de cuidado relacionadas con la salud mental y la discapacidad.

Ninguna mujer aparece en el trío ganador, seguramente porque no habido el suficiente interés para buscarlas, aunque seguro que las hay tan merecedoras del premio como el que más. Y ese olvido, esa omisión, hay que combatirla desde la crítica leal y constructiva porque desmerece el compromiso por la igualdad que este ayuntamiento mantiene. Suscrito y rubricado en el recientemente aprobado Plan de Igualdad municipal que pretende luchar contra las desigualdades que afectan a las mujeres, siendo la invisibilidad, humillante y dolorosa, una de ellas.

En todo caso, como manifiesta una expresidenta de Xateba —Asociación por la Igualdad y contra la Violencia de género—, solo cabe la satisfacción por el reconocimiento que el premio supone para una asociación que ha trabajado durante muchos años para dignificar la vida de las personas con discapacidad de la ciudad y la comarca. Un trabajo que, como señalaba Fina García, se realiza mayoritariamente por mujeres y se sustenta en un modelo colaborativo de cuidados vinculado a la capacidad para el trabajo en equipo, generoso y desinteresado, de las mujeres.

Quizás el jurado no haya valorado esta realidad en sus deliberaciones, ni la ha destacado en la justificación de su decisión. Y es ahí donde se echa de menos la necesaria sensibilidad, la visión igualitaria capaz de detectar la ausencia de mujeres a título individual en el trío ganador.

El plan de igualdad establece entre sus medidas la necesidad de poner el foco y reconocer los méritos de las mujeres de la ciudad de muy diferentes maneras: desde la nomenclatura de las calles hasta el reconocimiento público de sus aportaciones a la sociedad. Propone luchar contra las desigualdades en todos los ámbitos. Es un compromiso con las vecinas de la ciudad y con todas las personas que se creen con derecho a vivir en igualdad.

Cúmplase pues en todos sus términos porque lo que necesitan las mujeres no son más papeles firmados, más discursos o promesas electorales, sino hechos y actuaciones, tanto en los asuntos cotidianos como en las grandes decisiones que afectan a la economía, al empleo, a la vivienda o a la seguridad personal.

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