«Agradecemos la compra del pozo. Agradecemos que un equipo de gobierno, por fin, nos haya hecho caso tras llamar muchas veces a su puerta. Sin embargo, hablamos de un servicio básico y no podemos esperar más. Exigimos más celeridad». Así de contundente se mostró ayer Isabel Caballero, secretaria de la asociación de vecinos del Carraixet, tras ser preguntada por Levante-EMV sobre la tardanza de la llegada del agua potable a la zona.

Caballero recordó que el diseminado fue declarado como «zona urbana» en el año 2000: «Llevamos 22 años años sin agua potable. Sanitat también nos ignoró cuando llamamos a su puerta. En 2020 no pudo hacer oídos sordos y dictaminó una prohibición total, confirmando que el agua solo es apta para riego de plantas y tareas de limpieza. Estamos empadronados aquí. Vivimos aquí, pero no nos podemos duchar. Es un sinsentido».

«Vivimos aquí. Estamos empadronados aquí. Pero, no nos podemos duchar en nuestras propias casas»

 «Lo que queremos es una solución, nos llegaron a decir primero en verano, luego que a finales de 2022. Y, ahora parece que aún tenemos que esperar como mínimo un año y medio», explicó la afectada. A su vez, la portavoz de los vecinos también recordó la polémica sobre la tasa, que quintuplica la sufragada en la ciudad de Xàtiva: «Ahora mismo no estamos pagando nada, porque el agua no es potable. El anterior dueño del pozo ya nos sangró y la calidad era igual de mala. Quieren que paguemos a 1,34 el metro cúbico. Lo que es una injusticia».

El tema ha saltado esta semana al terreno político. Marcos Sanchís (PP) ha declarado que bajará la tasa y ha defendido que «es una vergüenza que no haya llegado aún el agua potable». Amor Amorós ( Xàtiva Unida) por su parte, ha apuntado que no entiende el retraso de un proyecto «que debería ser prioritario». 

Desde el Ayuntamiento apuntan que la redacción del proyecto ya está adjudicada: «Se tuvo que hacer un estudio de situación de la red para determinar las soluciones técnicas La intervención es compleja y lo que se está haciendo lo determinan los técnicos».