El Ayuntamiento de Ontinyent ha puesto en marcha un plan de choque para frenar la degradación de inmuebles en el centro histórico. Se trata de una acción que se puso en marcha después de las intensas precipitaciones de la pasada primavera, que aceleraron el proceso de degradación de algunos de estos inmuebles, y que ha servido para que, de momento, se cuente ya con 70 órdenes de ejecución abiertas en la ciudad, principalmente en los barrios de la Vila y Poble Nou.

El regidor de Patrimoni, Joan Sanchis, explicaba que el ayuntamiento “va a seguir haciendo una revisión exhaustiva de los inmuebles en proceso de degradación en estos barrios, para el cual entre otras cosas hemos empleado los drones municipales para inspeccionar las cubiertas en mal estado, puesto que además estas son un elemento clave en el deterioro de las viviendas. Contamos con varias decenas de expedientes abiertos que van a ir aumentando notablemente en los próximos meses, en los que requerimos a los propietarios que actúen y si no lo hacen, actuará el ayuntamiento subsidiariamente y les repercutirá a ellos los gastos”.

Sanchis, quien acompañaba al alcalde, Jorge Rodríguez, en una visita el pasado viernes a la Vila junto con representantes de la asociación vecinal del barrio, explicaba que “será un proceso largo lo de actuar en estas casas, puesto que la Vila cuenta con la máxima protección y necesitamos en muchas ocasiones permisos de la Dirección General de Patrimonio para poder actuar, estimamos que se pueden prolongar entre 2 y 3 años estas actuaciones, que necesitarán además una importante inyección económica y de trabajo administrativo. Es una tarea compleja pero necesaria e inevitable afrontar, y estamos llevándola a cabo con las herramientas que nos permite la ley”.

El regidor también explicaba que el ayuntamiento va a seguir dotando de más recursos económicos las partidas presupuestarias para poder llevar a cabo estas acciones, y hacía un llamamiento a las personas propietarias “para que actúen, mejoren el estado de las viviendas o las pongan en venta, porque si no cumplen con sus obligaciones de mantenimiento esta inacción les va a resultar más cara cuando se produzca la degradación o ruina de los inmuebles, porque pronto o tarde tendrán que pagar los propietarios todos los gastos que se hagan desde el ayuntamiento para resolver estas situaciones”, concluía.