El consumo de drogas entre los adolescentes cada vez comienza a edades más tempranas, antes de los 13 años, y en los últimos años se aprecian comportamientos nuevos entre los jóvenes. El cigarrillo electrónico está instaurándose entre los menores, que se inician antes en su consumo que en el del cigarrillo industrial. Es lo que se desprende de la encuesta realizada por la UPCCA (Unitat de Prevenció Comunitària en Conductes Addictives) de la Mancomunitat de la Vall d’Albaida, que ha sondeado a 1.940 alumnos de ESO (desde 1º a 4º de Secundaria) y de formación profesional básica (FPB1 y FPB2) de 15 centros educativos de la comarca. Estas encuestas se llevan a cabo cada cuatro años (cuatro cursos) por esta unidad de la mancomunidad, y los datos hechos públicos ahora son del cuestionario realizado entre el primer y segundo trimestre del pasado curso escolar, 2021-2022.
Los adolescentes prueban el cigarrillo electrónico a los 12,8 años, mientras que el tabaco, el cigarrillo industrial lo prueban a los 13,8 años. Además, de los encuestados, el 33% ha probado el vapeador, frente al 28,2% que ha consumido alguna vez el tabaco. En cuanto al cannabis, el 15,5% de los jóvenes preguntados han consumido un porro alguna vez y la edad media de inicio en el consumo de esta droga se sitúa en los 13,9 años.
La edad en la que se inician en el consumo del alcohol se sitúa en los 13 años y destaca el patrón que se está instaurando entre los jóvenes en el consumo de esta droga. Beben menos veces, pero más cantidad. La técnica de la UPCCA, Loreto Belda, remarca que “los adolescentes se inician pronto en el alcohol, pero lo que estamos observando es un patrón diferente cuando comienzan a beber, y es que lo hacen con mucha cantidad en poco tiempo. No es progresivamente”, explica Belda. La técnica expone que “beben cuando salen de fiesta, que a esas edades aún son pocas, pero lo que se observa es que consumen mucho en poco tiempo. Después aumentan las veces que salen y consumen, la frecuencia”. Además, la mitad de los que han consumido alcohol se han emborrachado alguna vez. El 66,7% de los encuestados se ha emborrachado alguna vez, y de los que han probado el alcohol, el 39,72% se ha emborrachado alguna vez y el 10,64% varias veces al mes. El 7,96% de los que han consumido alcohol afirman que se emborrachan todos los fines de semana. Otro dato reseñable es el aumento de las borracheras entre los jóvenes. El 58,3% de los que prueban el alcohol se han emborrachado, un dato que en la anterior encuesta, la del curso 2017-2018 era del 52,4%.
Loreto Belda también pone el foco en el consumo de bebidas energéticas, que aunque no son adictivas, llevan mucho azúcar y cafeína, y además, después se mezclan con las alcohólicas. El 72% de los alumnos encuestados ha probado estas bebidas energéticas y lo ha hecho a los 12 años. El 2,9% afirma consumirlas todos los días y el 16,8% alguna vez a la semana.
A partir de estos datos, los técnicos de la UPCCA -Loreto Belda y Alfons Soler- incluirán más contenido sobre el cigarrillo electrónico y las bebidas energéticas en el material que envían al profesorado de los centros y en las actividades e intervenciones que realizan en colegios e institutos de la comarca, durante a lo largo del curso llevan a cabo charlas y talleres. Belda, que señala que en anteriores encuestas no se había preguntado por el cigarrillo electrónico, afirma en declaraciones a Levante-EMV que “vamos a hablar más de los vapeadores y las bebidas energéticas. En primaria, donde realizamos charlas a alumnos de tercer ciclo, en las que solemos hablar del tabaco, incluiremos también el cigarrillo electrónico y estas bebidas, que cada vez se consumen más y más pronto entre los adolescentes”. En Secundaria, “las charlas se centran más en el alcohol, tabaco y cannabis”, indica la técnica. La UPCCA realiza estas encuestas cada cuatro cursos para conocer el consumo de drogas entre los jóvenes y tener herramientas para elaborar el material que se dirige a los centros educativos. Loreto Belda manifiesta que “no sorprende demasiado el resultado de la encuesta, sorprende más los patrones de consumo, patrones diferentes, nuevos que se están apreciando. En el cigarrillo electrónico, los jóvenes tiene menos percepción de riesgo, les parece menos peligroso que el cigarrillo industrial, por eso se inician ahora antes en el consumo de este”. La técnica afirma que el objetivo de la UPCCA es “incrementar la percepción de riesgo sobre el propio consumo, porque no hay consumo sin riesgo. Hay que romper la normalidad que existe sobre estos consumos”, concluye.
