En medio de la creciente escalada de tensión que se respira en elConsell a raíz de los choques sobre el modelo de energías renovables entre los socios delBotànic, varios ayuntamientos de la Vall d’Albaida han comenzado a marcar posicionamientos, a elevar el tono y a reivindicarse como actores importantes del debate en una de las comarcas valencianas con un mayor número de proyectos de macroplantas fotovoltaicas en tramitación. 

El gobierno municipal de Compromís en Albaida se ha comprometido a «poner en marcha la maquinaria técnica del consistorio» y a explorar las vías para intentar frenar los cuatro grandes parques solares en fase de evaluación en la localidad. Una opción barajada consiste en modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), lo que comportaría la suspensión cautelar de licencias para este tipo de instalaciones mediante una moratoria de un año de duración, mientras se tramitan los cambios.  Antes que nada, sin embargo, ha de analizarse la viabilidad de la medida, puesto que las competencias del ayuntamiento en la materia «son muy limitadas», subrayan fuentes municipales. El regidor de proyectos estratégicos que mañana será investido como alcalde de Albaida, Alejandro Quilis, ha dejado claro que el ayuntamiento aplicará de forma estricta el requisito de que las plantas solares promovidas en el municipio no pueden ocupar más del 3% del suelo no urbanizable del término, un límite marcado por la ley que, sin embargo, puede ser modificado al alza si así lo acuerdan los municipios. 

Quilis puso encima de la mesa estas iniciativas en el marco del debate que se celebró hace unos días en el Teatre Odeon, en el que participaron diferentes expertos en energías renovables y colectivos sociales. El teniente de alcalde intervino en calidad de portavoz del consistorio: el resto de partidos (PSPVy PP) delegaron en él la postura institucional dado que en Albaida existe unanimidad política sobre la oposición a las macroplantas por su afección al territorio. La mesa redonda sirvió para expresar las dudas que los proyectos solares plantean en la población, donde ya se han recibido diez peticiones de compatibilidad urbanística para desarrollar esta actividad en el término municipal. Desde la corporación quieren «trabajar en la misma dirección con la ciudadanía» para «poder diseñar el modelo de transición energética que hace falta», replantenado «todas las alternativas viables». La Plataforma en Defensa del Territori de la Vall d'Albaida ha celebrado las nuevas vías de oposición que se están abriendo en la comarca contra los grandes proyectos fotovoltaicos, que consideran «desproporcionados». En su último pleno, el Ayuntamiento de Castelló de Rugat aprobó una moción que pide al Consell que conceda a las administraciones locales una mayor autonomía municipal en la aprobación de estas propuestas, entregándoles las competencias oportunas.  

Más autonomía municipal 

La moción solicita a la Generalitat la derogación de varios apartados del Decreto Ley 14/2020 para que deje de considerarse el suelo no urbanizable protegido de los municipios como compatible con las instalaciones fotovoltaicas. La iniciativa fue presentada a propuesta de Compromís y salió adelante con el apoyo del grupo municipal socialista y el voto en contra del Partido Popular. De este modo, Castelló de Rugat se une a la lista de municipios que, como Montesa, Barxeta y Moixent, ya han aprobado esta moción.

Por otra parte, se está gestando un nuevo movimiento de oposición vecinal e institucional en los pueblos de Benissoda y Agullent. El próximo 4 de diciembre se ha organizado un almuerzo informativo en la Font del Olivo donde se compartirán los datos disponibles sobre la las plantas solares proyectadas en ambos pueblos. Se anuncia una batería de alegaciones contra el proyecto, en fase de información pública.