Una "Foguera" aplazada con polémica

Habían pasado 1.096 días desde la última «cremà» y todo estaba a punto para el gran día en Canals. A las 11 horas, el ritual que da la bienvenida a las fiestas patronales comenzó puntual con el saludo de la Festera deGràcia, Marina Badal, desde el balcón de la Casa de la Vila y el posterior descenso de la bandera en honor a Sant Antoni, entregada al encargado de portar estandarte, ante una plaza abarrotada de gente y llena de rostros emocionados mientras se entonaban los primeros «vítols» al patrón después de dos años de espera.

Apenas tres horas más tarde, sin embargo, llegó la noticia que nadie quería escuchar. De nuevo, un fenómeno imprevisible obligó a aplazar la «cremà» del 16 de enero y, con ella, gran parte de la programación de los festejos, declarados deInterés Turístico Nacional. Esta vez la culpa no fue de una pandemia, sino de las fuertes rachas de viento. Esta vez, eso sí, los vecinos no tendrán que aguardar un año entero para ver arder la hoguera más grande del mundo, sino solo unos días. La quema de la pira de 15 metros bautizada como «La bella mecanitzà» se ha fijado —si nada lo impide— para este próximo viernes a las 21 horas.

La decisión no fue fácil: llegó después de una intensa reunión que duró una hora y media con la presencia de los representantes del Ayuntamiento de Canals y de la comisión de fiestas de Sant Antoni, la Policía Local, el Consorcio Provincial de Bomberos y las fuerzas de seguridad del Estado. Para la corporación municipal el aplazamiento fue un mazazo que se intentó evitar. No hay precedentes en la historia reciente de otra ocasión en la que la «cremà» se haya tenido que cambiar de día por el viento.

Fuentes del consistorio presentes en el encuentro indican que hasta el último momento se intentaron agotar todas las vías posibles para poder mantener los actos de la programación tal como estaban previstos, pero tanto el director general de Prevención de Incendios de Valencia del Consorcio de Bomberos como la Conselleria de Medio Ambiente y la Guardia Civil dejaron clara desde el primer momento la imposibilidad de encender la Foguera este lunes, apelando al Decreto 148/2018 de prevención de riesgos forestales en la C. Valenciana, que prohíbe cualquier tipo de quema en situación de riesgo de nivel 3 como la de ayer. Aunque ayer se mantuvieron la cabalgata de carrozas, los «Parells infantils» y la cena de gala en el pabellón con una altísima participación, a petición de los festeros se decidió posponer al sábado y al domingo el resto de actos de los días grandes de Sant Antoni que debían desarrollarse entre hoy y mañana.

Canals da la bienvenida a sus fiestas

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Adiós a la imagen clásica de la Foguera

La resolución cayó como un jarro de agua fría entre los vecinos, que invadieron las redes sociales con mensajes en los que expresaban su malestar y su disconformidad con la medida. «No podemos hacer nada a pesar de las ganas que teníamos de celebrarlo todo como toca después de estos tres años de espera», lamentaron los festeros de 2023, que pidieron comprensión y paciencia. La Foguera estuvo ayer rodeada de una gran vigilancia policial y por la noche se valló su perímetro para resguardarla.  

El aplazamiento de la «cremà» de este año añade controversia a una edición marcada por las nuevas medidas de seguridad implantadas en el montaje de la monumental hoguera deCanals. Por primera vez se han colocado en la Plaça Major unas grandes estructuras metálicas para fijar unas enormes lonas que resguardarán las fachadas del entorno y que también están dando mucho que hablar en el municipio, cuestionadas por unos vecinos que consideran que distorsionan la imagen clásica de la «Foguera» y que ocupan demasiado espacio de la plaza.

Desde el consistorio recalcan que las lonas han sido una obligación impuesta por los Bomberos —junto a la creación de dos vías de evacuación— para celebrar la «cremà» después del susto de 2020, cuando la pira se derrumbó sobre un edificio. Las medidas, advierten, han venido para quedarse.