El cambio climático reducirá a la mitad los acuíferos de la Costera, la Canal y la Vall en 2039

El Plan Hidrológico del Júcar prevé que las masas de agua del Caroig pierdan un 50% de sus recursos disponibles, las de la Serra Grossa-Albaida un 30% y la Hoya de Xàtiva un 14%, convirtiendo en insostenible el actual nivel de extracciones por bombeo

Bellús. Sequía en el embalse de Bellús por falta de lluvia.

Bellús. Sequía en el embalse de Bellús por falta de lluvia. / PERALES IBORRA

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Las grandes masas de agua subterránea que abastecen a las comarcas de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida perderán entre un 13,6 % y un 51 % de sus recursos disponibles de aquí a 2039. Este es el sombrío panorama que proyecta el último Plan Hidrológico del Júcar aprobado por el Gobierno teniendo en cuenta los efectos del cambio climático, las restricciones ambientales y las actuales condiciones de aprovechamiento de los acuíferos, la mayoría de los cuales presentaría un nivel de explotación no sostenible en un periodo de 15 años.

Según las estimaciones a largo plazo trazadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), las masas de agua que descienden del macizo del Caroig en la Canal —divididas por el embalse de Escalona en Navarrés— serían las que más sufrirían el retroceso de recursos hídricos en el ámbito de las tres comarcas, puesto que su capacidad de suministro caería a la mitad, un 51,3% en el caso del acuífero "Caroch Norte" (de los 23,4 hectómetros cúbicos al año actuales a 11,4 hm3 en 2039, teniendo en cuenta unas restricciones ambientales de 5,1 hm3/año) y un 43,5% en el caso del acuífero "Caroch Sur", cuyos recursos disponibles bajarían de los 35 hm3/año actuales a 19,7 hm3, con unos recursos renovables de 53,4 hm3 y unas restricciones de 33,6 hm3.

En los acuíferos "Volcadores–Albaida" y "Serra Grossa", que constituyen la cuenca vertiente al embalse de Bellús y aglutinan las necesidades de los municipios de la Vall d'Albaida y la Costera, la variación a la baja del agua disponible rondaría el 30 %, puesto que los recursos bajarían de 56 a 39 hm3.

Respecto al nivel de explotación actual, la CHJ prevé que se reduzca el volumen de las extracciones de la masa subterránea Volcadores-Albaida (de 12,4 hm3/año a 9,7 hm3/año) sobre todo por la disminución de los bombeos de agua ligados a la industria y a las empresas manufactureras que se proyectan con la ejecución de acciones encaminadas a lograr ese objetivo. Las industrias de la zona de Ontinyent, de hecho, consumen el 42% de las asignaciones de recursos de este acuífero. En la de la Serra Grossa, el 81% de la demanda corresponde a los regadíos de la Costera y la Vall. Ambas masas tienen ahora un índice de explotación positivo, dado que sus recursos disponibles superan en 11,3 hm3 los bombeos de agua de los que son objeto.

La masa de agua de la Hoya de Xàtiva, en la Costera, experimentaría un descenso menor que el resto, con la perspectiva de disponer de 13,6 hm3 anuales en 2039, un 13,8% menos que ahora.

Tres masas sobreexplotadas

En función de los recursos disponibles y del volumen de bombeo estimado para el abastecimiento humano, la actividad agrícola y la industria, el estudio del Plan Hidrológico sitúa al Caroch Sur, la Hoya de Xàtiva y Volcadores-Albaida entre las 17 masas del sistema del Júcar amenazadas por la sobreexplotación que en tres lustros podrían presentar unos índices de aprovechamiento insostenibles, dado que el nivel de sus extracciones superaría a los recursos disponibles.

Ese déficit sería especialmente pronunciado en el Caroch Sur, donde el agua bombeada según las previsiones actuales se fija en 30,3 hm3, cuando los recursos disponibles en un futuro a largo plazo no pasarían de 19,7 hm3 anuales. En la Hoya de Xàtiva habría 1 hm3 más de extracciones que de recursos, mientras que en Volcadores-Albaida el déficit sería algo inferior, de 0,6 hm3. El Caroch Norte y la Serra Grossa, en cambio, sumarían 10 hm3 más de recursos que de agua bombeada para diferentes aprovechamientos.

Si bien en la actualidad los acuíferos disponen de caudales suficientes para afrontar la demanda existente, el estudio advierte de que su equilibrio "es más bien frágil" dado que una parte importante de los suministros se obtienen de masas de agua con aprovechamientos superiores a los recursos disponibles.

El Plan Hidrológico contempla una serie de actuaciones encaminadas a la reducción de los bombeos a los que se ven sometidos los acuíferos de las tres comarcas a través de medidas como la modernización de regadíos en las redes de distribución de los regadíos de la Costera o la mejora de la distribución y la capacidad de almacenamiento de aguas de las comunidades de regantes de Otos, Bèlgida y Carrícola (Vall d'Albaida).

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