¿Qué balance hace Xàtiva de FITUR 2023?

Del 18 al 22 de enero se ha celebrado en Madrid la 43 edición de la Feria Internacional del Turismo, FITUR. Según la organización, el certamen ha recibido más de 222.000 asistentes, casi el doble que en 2022 —destacando un 68% más de profesionales, unos 136.000— con 86.000 visitantes estimados de público en general, lo que prácticamente multiplica por tres la asistencia con respecto al año pasado y contabilizando, además, la plataforma digital FITUR LIVE Connect más de 56.000 registros.

Las cifras oficiales en el espacio expositivo turístico de la Comunitat Valenciana hablan de alrededor de 4.000 reuniones entre empresas, agencias, operadores y profesionales del sector turístico, encuentros organizados y programados con antelación, con el objetivo de servir de foro para materializar futuros acuerdos y contratos que generen más negocio en el sector y en los destinos turísticos valencianos. Así, se indica como positivo, desde la administración turística autonómica, el balance de la participación valenciana en esta edición de la feria FITUR, con una gran presencia de empresas y tejido empresarial productivo, tras la pandemia de la COVID-19. Se concluye que ha sido el «FITUR más profesional y comercial de los celebrados hasta el momento» remarcando el papel de las empresas — 215 bajo la marca CreaTurisme— que ha permitido mostrar una amplia diversidad de producto turístico de la Comunitat Valenciana.

¿Y el balance profesional turístico que hace Xàtiva de su asistencia a FITUR 2023? Ni está, ni se le espera. Como desde hace ya demasiados años. La presencia de Xàtiva, difuminada en un estand provincial, bajo el paraguas de la confusa marca València Turisme, frente a la de otros destinos (Gandia, Cullera, Sagunt, Canet d’En Berenguer, Oliva… que sí cuentan con una presencia destacada, argumentada, este año —«pensat i fet» como reza el lema turístico elegido— por el organismo público de la Diputación por tener «más capacidad de alojamiento y oferta turística» resalta las carencias ya crónicas de la oferta turística setabense y la incapacidad durante años de sus gestores municipales turísticos para remediarlas.

Desde la organización de una de las ferias turísticas más importantes del mundo se lanza la pregunta «¿Por qué asistir a FITUR?». La respuesta de cualquier agente del sector turístico sería que para hacer crecer su red de contactos, conocer nuevos proveedores y clientes y fortalecer las relaciones comerciales con los ya existentes multiplicando las oportunidades de negocio. También para conocer las nuevas tendencias del mercado, y «ponerse al día de todo el sector turístico» gracias al programa de conferencias y jornadas técnicas.

Nada se ha sabido de los contactos, reuniones profesionales y acompañamiento a posibles empresas turísticas de Xàtiva por la tan amplia como poco profesional y experta en turismo delegación setabense en FITUR 2023. La imagen de una mesa vacía con el logotipo turístico de Xàtiva y sus folletos destartalados y sepultados por otros de otros destinos, en plena jornada de visita de público en general, no ayuda a hacerse una buena idea de la efectividad, justificación y promoción de la oferta turística de la ciudad en este escaparate turístico internacional.

Mientras la actividad profesional de otros destinos como Villena, Morella o Orihuela ha sido intensa o Renfe y la Comunitat Valenciana anuncian la colaboración en la oferta de trenes turísticos, sin que desde Xàtiva se pida uno de ellos, la ciudad ha presentado, «sobre la bocina», como candidata al último tren de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos, un proyecto que incluye llenar de coches aparcados un espacio BIC y natural como la costa del castell, con un gran potencial turístico, pero, y siguen sin entenderlo, en otro sentido. Así, lamentablemente, no.

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