Otos recupera el canto de los niños en la tradicional celebración de la Salpassa

Con ayuda del cantaor de Xàtiva Pep Gimeno, "Botifarra", la localidad incorpora este año las canciones que cantaban los más pequeños en el acto de la Semana Santa

Niños golpeando un tronco en la celebración de la Salpassa de Otos en 2022.

Niños golpeando un tronco en la celebración de la Salpassa de Otos en 2022. / anmorsigol

A.Navarro

Otos celebra el próximo Martes Santo, 4 de abril, la tradicional Salpassa, un acto que tiene su origen en las ceremonias paganas en las que se bendecían las casas para guardarlas de los malos espíritus. El acto de la Semana Santa contará este año con una destacada novedad, la introducción del canto de los niños y niñas mientras golpean los troncos y muebles viejos con las mazas de madera, con la que se celebra la Salpassa. La recuperación de esos cantos que protagonizan los más pequeños ha sido posible gracias al cantaor de Xàtiva Pep Gimeno, Botifarra, quien el año pasado visitó Otos durante la celebración de la Salpassa y quedó sorprendido al ver que se celebraba el acto, pero la gente no recordaba las canciones tradicionales que cantaban los más pequeños.

Así, para 2023, la colaboración entre Botifarra; el cronista local de Otos, Daniel Alfonso; el profesorado del CRA Castell de Carbonera y el alumnado de este colegio, permitirá que este año el “martillazo” de la Salpassa vaya acompañado por los cantos propios del acto, que se celebra el próximo martes, 4 de abril.

Otos ha conseguido recuperar y mantener un acto muy simbólico de la Semana Santa, que trasciende desde la esfera estrictamente religiosa hacia el ámbito cultural y patrimonial como es la Salpassa, conocida en la localidad de la Vall d’Albaida como “la sarpassa”, que en muchas poblaciones ha desaparecido y ha quedado como un recuerdo del pasado, tal como destaca el cronista de Otos.

La Salpassa tiene su origen en ceremonias paganas en las que se bendecían las casas para resguardarlas de malos espíritus, ya que, en muchas culturas antiguas, se consideraba que la entrada de la casa era el lugar donde estos se reunían y, por tanto, había que proteger las viviendas y también sus habitantes, explica el cronista, Daniel Alfonso. El nombre de “salpassa” proviene de una evolución del latín “salis sparsio”, que significa esparcimiento de la sal. Este producto era muy valorado e incluso, en ocasiones, con ella se pagaba el salario. La celebración fue adoptada por el cristianismo y se le dio el sentido de despedir a Nuestro Señor en los días previos a la conmemoración de su muerte en el Triduo Pascual.