Convocan una protesta en Novetlé por la llegada de okupas

El alcalde Rafael Vila confirma que hay un caso en el juzgado y los vecinos contratan alarmas

Una de las residentes en el bajo ubicado frente al hotel San Diego en Novetlé, ayer.

Una de las residentes en el bajo ubicado frente al hotel San Diego en Novetlé, ayer. / PERALES IBORRA

Los datos oficiales del censo sitúan el número de vecinos de la localidad de Novetlé en 861 personas, aunque los residentes exponen que serán algunos menos. Este pequeño municipio ubicado a cinco minutos en coche de Xàtiva acogió ayer una protesta ante el Ayuntamiento convocada por algunos habitantes por la reciente llegada de okupas. En su llamamiento, los convocantes expusieron que la localidad no cuenta con Policía Local y denunciaron que algunas casas sin uso han sido «marcadas» en los últimos días. También alertaron sobre la presencia de «personas vigilando por la calle» y lamentaron que varias cerraduras de algunas viviendas del pueblo han sido forzadas. 

Rafael Vila es el alcalde de Novetlé. Ayer atendió a Levante-EMV y confirmó que hay cierta alarma social: «Es verdad que tenemos constancia de una familia que se ha instalado en uno de los bajos cercanos al que era el único hotel, que cerró por la pandemia. Hemos hablado con la Guardia Civil y nos confirman que saben lo que pasa, que llevan unos meses allí. Hay un procedimiento judicial que creo que está en fase de instrucción de testigos». 

Vila también explicó que el hotel ha tenido varios dueños: «No está claro si ahora está en manos de un banco o un fondo de inversión». El primer edil de Novetlé también declaró que la problemática se ha agravado porque en las últimas semanas han aparecido marcas en algunas casas sin residentes: «Eran símbolos cuadrados o redondos, de unos 15 centímetros de diámetro y pintados con aerosol en color rojo. No sabemos si era un patrón explicando que no había gente dentro para una futura okupación o un robo. No sabemos quién las ha hecho». 

Operarios del consistorio se encargaron de borrar todas los símbolos situados en la calzada.

Participantes en la reunión convocada ayer en Novetlé después de la protesta.

Participantes en la reunión convocada ayer en Novetlé después de la protesta. / Perales Iborra

«Hemos sido engañados»

Este periódico también habló ayer con una de las residentes del bajo ubicado cerca del hotel. Explicó que su familia vivía antes la Llanera de Ranes y quisieron cambiar de pueblo: «Encontramos un chico que nos pidió 1.500 euros por venir aquí y nos hizo un contrato. Hemos sido engañados». 

Ionella declaró que reside junto a varios adultos y dos niños:«Mi pareja tenía alquilada una casa allí, pero yo quise venir aquí. Él buscó a un chico y nos trajo aquí, tras pedirnos dinero. Residimos en esta casa desde hace tres meses». También explicó que la vivienda no cuenta con suministro de agua o luz:«Esta persona nos dijo que la casa era suya, nos hizo firmar un documento. Al principio sí había agua y luz, pero se ve que la han cortado. Ha venido la Guardia Civil de investigaciones y nos ha identificado. No hemos robado nada, no hemos hecho nada malo. Nos han engañado, hemos pagado y no sabíamos nada. Si me dan una casa y el dinero que he pagado me voy», explicó la afectada. Instantes después, otra mujer decidió cortar la conversación y dar un portazo.

Decenas de alarmas

Trabajadores de una firma especializada en la instalación de alarmas se encontraba ayer en las inmediaciones de la vivienda. Una de las vecinas a las que estaban atendiendo —que pidió no ser identificada en la noticia— atendió ayer a este diario y comentó que había contratado el servicio: «Hace años ya tenía alarma y ahora he pedido que vengan de nuevo, por si acaso. Muchos otros vecinos están haciendo lo mismo». Los operarios de la empresa de seguridad reconocieron que en los últimos días han recibido más de diez peticiones de instalación de dispositivos de seguridad en este pequeño pueblo de la Costera. En sitios pequeños como Novetlé las noticias corren como la espuma. Sobretodo, si son malas.