BIBLIOTECA DE FAMILIAS

La revista Penalty y la pasión por el fútbol en Xàtiva

Acto del centenario de la revista Penalty en Xàtiva.

Acto del centenario de la revista Penalty en Xàtiva. / Acto del centenario de la revista Penalty en Xàtiva.

Salvador Català

L’Ajuntament de Xàtiva y l’Associació Esportiva Murta presentaron hace algunas semanas en la Casa de la Cultura de Xàtiva un facsímil de los tres ejemplares de la revista deportiva Penalty, una publicación nacida hace un siglo, para promocionar el deporte como pasatiempo popular, con especial atención al mundo del fútbol. Un mini diario creado y dirigido por el periodista y escritor José Jordán Jover en 1923, y cuyos tres ejemplares aún se pueden adquirir en kioskos y librerías de la capital de la Costera. Penalty tuvo una cariñosa acogida entre el resto de las cabeceras periodísticas de Xàtiva. Por una vez, la prensa conservadora, liberal y republicana, dejó de ir a la greña y se puso de acuerdo para aplaudir la iniciativa, por fomentar la cultura física entre la juventud más allá de sus diversas orientaciones políticas.

Con publicaciones como aquella se entiende la afirmación de «años felices» cuando la historiografía analiza la situación social de la década de los 20. Una época en la que se gestó lo que hoy conocemos como sociedad del bienestar. Un momento de gran efervescencia cultural que permitió al pueblo disfrutar del ocio como nunca. La prensa ya no fue tan sólo política, sino también divulgadora de la ciencia, el arte y la cultura. De esta forma, Penalty se especializó en el deporte, mientras que otra publicación, La Unión Cultural, nacida un año antes, lo haría de la cultura en general. Ya no se nacía únicamente para trabajar, sino también para disfrutar de la vida. En las primeras décadas del siglo XX se inició el naturismo, el feminismo, se gestó el cine, el teatro musical, el turismo, la automoción, se aumentaron los índices de lectura, y de la práctica deportiva, con especial atención a los inicios del fútbol, hoy convertido en casi una religión para muchos, y también en un lucrativo negocio global.

José Jordán presentó el quincenario en sociedad el 1 de febrero de 1923. Sólo duró unos pocos números. Pero nació con el objetivo de «hacer patria fomentando la cultura física en todas sus manifestaciones deportivas». Penalty se convirtió, por tanto, en una publicación con formato de hoja de periódico, con la sana intención de informar y divulgar todos los acontecimientos deportivos que se desarrollasen en la capital de la Costera. Y como suele pasar también hoy en día, casi toda la información deportiva o de «sport» se reducía al mundo del foot-ball. En estas páginas se pueden leer las primeras crónicas sobre partidos, llenas aún de anglicismos como «referé» —árbitro—, «goal» —gol—, «off-side» —fuera de juego— o corner —saque de esquina. No sólo daba cumplida información de las competiciones deportivas locales, sobre las andanzas de los dos primeros equipos de fútbol de la ciudad: el Xàtiva C.D. y el Sporting Español de la Cultural, sino también del panorama nacional, en un tiempo en que la selección española, hoy conocida como «la roja», era por entonces calificada como la de los Leones.

La cultura física se tenía que orientar hacia el fortalecimiento de una juventud sana. Se tenía que seguir el ejemplo de Vizcaya, donde se estaba creando un moderno Stadium, es decir, complejos deportivos para poder ejercitarse en las diversas modalidades del naciente sport. Penalty avistó con clarividencia que iniciativas como aquella se harían extensible a todas las ciudades de España, y que iban a contar con fuerte apoyo público. Fue Vizcaya pionera en la creación de lo que hoy entenderíamos como una ciutat de l’esport, con su campo liso de hierba, sus pistas para carreras pedestres, de cemento para el tenis, sus frontones, su piscina olímpica y sus cabinas para duchas y aseo personal.

En Penalty, el lector curioso puede aprender que el primer equipo de fútbol setabense se llamó Racing C.F., cuya primera junta directiva estuvo presidida por Emilio Codina, y tuvo como secretario a Luis Gosalbo Gordó, contando con una masa social de 200 socios. Su primera decisión fue la de cambiar el nombre del club por el de Xàtiva C.D.-Club Deportivo-, con el objeto de impulsar en Xàtiva instalaciones deportivas o stadiums, como la creación de un campo de fútbol, en el que además se pudiese «implantar el tennis y demás sports». Recordemos que los Montenegro impulsaban por entonces el tenis en Bixquert con la creación de la copa Freiggtag. Informaba también la publicación, pero en menor medida, de otras prácticas deportivas, hoy caídas en desuso o directamente demonizadas, como la práctica cinegética, donde el setabense José Bolinches Ordeig, en representación de la Sociedad de cazadores Orión, se convertía en el tirador de un campeonato nacional de tiro con pichón celebrado en Alicante.

El cronista José Jordán realizó en una de sus editoriales otra acertada predicción, al considerar que el fútbol iba a desbancar en España a los toros, como el gran referente de la fiesta nacional. Nada aficionado a la tauromaquia, desdeñaba el toreo considerándolo como una afición que «había contribuido a la decadencia moral de la raza», y pensaba que la irrupción del fútbol sería mucho más sana para el cuerpo y el intelecto, ya que fomentaba la discusión científica de cómo se debían situar los jugadores en el campo. En aquello no fue tan clarividente, pero sí en el hecho de que los resultados de la liga de fútbol pronto serían el principal tema de conversación de las tertulias de los círculos recreativos.

La llegada del nuevo deporte se convirtió también en una nueva oportunidad de negocio para jalmeros y curtidores como Rafael Seguí, que desde su taller en la calle Bosch no dejaba de anunciar entre las escasas páginas de Penalty que antes de consumir balones foráneos se acercasen a su fábrica para comprar los que él elaboraba con cuero especial. Por 12 pesetas se podrían adquirir magníficos balones de reglamento, o incluso ofertaba la posibilidad de reparar esféricos deteriorados. En conclusión, Penalty fue una de las más efímeras publicaciones periodísticas de la ciudad, pero en ellas el periodista José Jordán Jover fue profeta de la importancia que iba adquirir el fútbol para convertirse en el deporte rey de España. Con la adquisición de sus copias, el setabense podrá entender cómo se inició la pasión por el fútbol en la ciudad de Xàtiva.

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