Crece la vigilancia por quemas agrícolas ilegales en Ontinyent

El inicio de la campaña en la capital de la Vall d'Albiada causa la tradicional aparición de humo, sobre todo por la mañana y levanta quejas entre algunos vecinos

Una quema agrícola ilegal, en una imagen de archivo.

Una quema agrícola ilegal, en una imagen de archivo. / Levante-EMV

Ontinyent

«Ontinyent vuelve a ser una ciudad de humo. Vuelven las quemas y volvemos a tener un aire irrespirable. El plan de quemas no evita que las escuelas y las calles estén llenas de humo. La salud debería estar por delante de las comodidades». Es una de las quejas compartidas por un residente de la capital de la Vall ante el inicio del plan de quemas agrícolas en Ontinyent, que ayer causó que el humo envolviera de nuevo la ciudad. Una situación que ya se ha registrado en años anteriores.

Consultada al respecto, la concejala de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Ontinyent, Sayo Gandia, explicó ayer respecto al inicio de la temporada de quemas agrícolas, que el calendario del plan de quemas local 2023-2024 «no nace de una decisión exclusiva del Gobierno Municipal, sino que ha pasado por el Consell Local de Medi Ambient y también cuenta con el apoyo unánime de todos los grupos políticos, además de la supervisión definitiva de la Conselleria de Medio Ambiente, que es quien tiene la última palabra».

Gandia expuso que «se consensuó reducir los días de quema y pasar de 6 a 2 porque con el anterior sistema se hacía quemas por zonas, pero comprobamos que el humo no entiende de zonas y que para reducir molestias era mejor centralizar las quemas en dos días, como ahora». 

Ante la habitual acumulación de restos agrícolas para quemar en los días previos al inicio del calendario de quemas, desde el ayuntamiento se ha recomendado «no querer quemarlo todo al principio y de golpe, ya que así reducimos las molestias habituales cuando llegan estas fechas».

Igualmente, desde el consistorio declaran que «según la Ley de Quemas, estas son sobre restos agrícolas, y no de jardinería, por lo que los resultados de las podas de plantas ornamentales habituales en muchas casas de campo como cipreses, abetos, moreras o palmeras suponen un residuo que se ha de reciclar, bien llevándose al ecoparque, o utilizando las alternativas que ofrece el Ayuntamiento tales como el servicio de recogida en sacos o el triturado in situ». 

«Tanto los técnicos municipales como el Seprona de la Guardia Civil van a estar especialmente atentos estos primeros días para evitar quemas incorrectas y alertar de las consecuencias que tiene para todos y todas el no hacer las cosas como corresponde», apostillan desde el consistorio.

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