EN LA ONDA

Promesas incumplidas en el Olímpic de Xàtiva

Los jugadores del Olímpic de Xàtiva, después de ganar un partido, en una imagen de archivo.

Los jugadores del Olímpic de Xàtiva, después de ganar un partido, en una imagen de archivo. / Levante-EMV

Félix Lluch

Se acaba enero. Tres palabras definen la situación del Olímpic: incumplimiento, desconfianza y esperanza. Respecto a los incumplimientos recuerdo como antes de la asamblea, en la Murta, el presidente Rafa Cuesta habló (no utilizo lo de prometió) de aportar entre 40.000 y 60.000€ tras la asamblea y otros 30.000€ a finales de enero o principios de febrero con el fin «de garantizar la temporada y preparar la próxima». En la asamblea explicó (no utilizo lo de prometió) que su plan iba a ser cubrir en primer lugar las deudas con jugadores y cuerpo técnico y luego ir estudiando los requerimientos que llegarán. A la vuelta de las vacaciones de Navidad, según transmitió el mismo entrenador, Marcos Camacho, la nueva se comprometió (no utilizo lo de prometió) a pagar la deuda a jugadores y cuerpo técnico en los siguientes 15 días. Hasta el momento de escribir esta columna: nada de nada.

Así las cosas y ante la falta de comunicación de la directiva con socios y aficionados, es lógico que haya crecido la desconfianza, por aquello de «llover sobre mojado», por aquello de «no verlos por aquí», del «más de lo mismo», por aquello de que la deuda sigue creciendo, por no entender el motivo que les lleva a meterse en este lío. Por eso únicamente nos queda la esperanza, la esperanza de que haya sido únicamente un retraso, una toma de contacto, y que pronto sean, de verdad, inversores, que para eso se les eligió, porque para ser «gestores» tal vez no son necesarios ya que aquí los hay, y no pocos. A los jugadores y cuerpo técnico, agradecimiento sincero.

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