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La Guardia Civil investiga muestras y rastros encontrados en la piscina de Vallés

En apenas cinco días, el espacio municipal ha sufrido tres robos, generando gran preocupación entre los vecinos y llevando al Ayuntamiento a considerar nuevas medidas de seguridad

Imagen de archivo de usuarios en la piscina de Vallés, donde han tenido lugar los robos

Imagen de archivo de usuarios en la piscina de Vallés, donde han tenido lugar los robos / Perales Iborra

Natalia Moscardó

Xàtiva

La piscina municipal de Vallés, un pequeño municipio de La Costera con apenas 160 habitantes, ha sido blanco de tres robos en un lapso de cinco días. Los incidentes de esta última semana, han generado una gran preocupación entre los vecinos y las autoridades locales, quienes han tenido que actuar con rapidez para minimizar el impacto de estos actos vandálicos.

El primero de los robos ocurrió en la noche del miércoles al jueves de la semana pasada, cuando los ladrones sustrajeron aproximadamente 20 metros de rejillas perimetrales de plástico que bordean la piscina. La reposición del material robado no fue sencilla, ya que el estar en agosto complicó la disponibilidad de suministros. Sin embargo, gracias a las reservas del ayuntamiento y la ayuda de alguna empresa y otras localidades, se logró reemplazar las rejillas a tiempo para que la piscina abriera al público según lo previsto.

Apenas dos días después, en la madrugada del sábado al domingo, la piscina volvió a ser víctima de un nuevo robo. En esta ocasión, los delincuentes forzaron la reja y rompieron la cerradura de la puerta de los vestuarios, llevándose un televisor que no funcionaba, una máquina de café, varios productos del bar, como polos y golosinas, algún electrodoméstico más del bar y la máquina registradora. Además, los ladrones causaron daños, destrozando y revolviendo todo y derramaron aceite en el suelo del bar, en este caso los destrozos causaron que la apertura de la piscina se viera retrasada una hora. Aunque la cerradura se arregló antes de la apertura, la reja aún necesita ser arreglada.

El tercer y más reciente robo se produjo la noche del domingo al lunes. El encargado del mantenimiento descubrió que los ladrones habían roto el cristal de la entrada del bar. A pesar del daño, las autoridades locales se movilizaron rápidamente para garantizar que la piscina pudiera abrir a las 12:00 del mediodía, apenas unas horas después de lo sucedido.

Estos robos de los últimos días no han sido los primeros actos vandálicos que ha sufrido la piscina municipal de Vallés. El pasado 11 de julio, un incidente similar ocurrió cuando alguien entró en las instalaciones, rompió una ventana del bar y robó varios productos.

A raíz de estos eventos, el alcalde, José Javier Sisternes, ha declarado que “creo que ya lo tienen bien” y ha señalado que “La gente del pueblo ya está harta, no entienden porque hacen eso”. Aunque el valor económico de lo robado no es significativo, estos actos demuestran una clara mala fe.

La Guardia Civil ya ha sido informada de estos incidentes y está investigando los robos, habiendo encontrado rastros que podrían ayudar a identificar a los culpables. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Vallés está considerando la instalación de una alarma perimetral para prevenir futuros robos, y la Guardia Civil ha comenzado a vigilar la piscina durante la noche.

La instalación de la alarma no solo sería para evitar robos “con la alarma también queremos evitar que la gente se cuele a nadar o a romper cosas como sombrillas o material, algo que ya ha pasado anteriormente”, asegura Sisternes.

Estos repetidos robos y actos vandálicos han sacudido la tranquilidad de Vallés, pero la rápida respuesta de las autoridades y la comunidad local ha permitido que la piscina siga operando con normalidad, a pesar de las adversidades.

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