El Ayuntamiento de Llutxent se suma a las manifestaciones contra los malos olores por la planta de biogás

El Ayuntamiento de Llutxent se sumará a las protestas de sus habitantes contra los malos olores que produce la planta de biogás ubicada a menos de dos kilómetros de la localidad. «Nos sumaremos a la manifestación porque el pueblo está soportando muy malos olores. Nuestra intención es llegar a un acuerdo con la empresa y la Conselleria para pedir el traslado de la fábrica y que nadie salga perjudicado», explica la alcaldesa del municipio de la Vall d'Albaida, Xaro Boscà, ante la convocatoria de una manifestación frente a esta situación el próximo 19 de octubre.

«No podemos abrir las ventanas», «esto es así las veinticuatro horas del día», «los olores nos producen migrañas e irritación de garganta», «los turistas que vienen dicen que ya no volverán más», «los niños de la escuela tienen que aguantar el hedor», comentan los vecinos de esta localidad de casi 2.500 habitantes. Estos llevan meses soportando el tránsito de camiones llenos de residuos orgánicos por una de las principales carreteras de la localidad. Hasta ahora, el Ayuntamiento no se había posicionado públicamente al respecto, pero su alcaldesa ha manifestado su intención de reunirse con la Conselleria y la empresa en una «negociación a tres bandas para ver si es posible la reubicación de la fábrica».

Aunque la empresa afirma que la actividad en la fábrica no comenzará hasta dentro de dos semanas, los vecinos aseguran que llevan aproximadamente un año percibiendo olores «químicos, no solo a materia en descomposición, sino también procesada, química». Xaro Boscà confirma que la actividad de la planta no comenzará hasta dentro de quince días, «que será cuando se haga la primera inspección». La alcaldesa explica a Levante-EMV que primero la empresa tiene que pasar las inspecciones necesarias para comprobar que cumple con la autorización ambiental de la Conselleria y, en caso de no superarlas, se procederá a la negociación para la reubicación de la planta.

Sin embargo, los habitantes del pueblo declaran haber visto una llama proveniente de las chimeneas de la fábrica, «como si ya estuviera en funcionamiento». Esto, sumado a los aproximadamente sesenta camiones que transitan por el pueblo cada día, «nos hace pensar que hay algo irregular en la situación», comentan.

Este proceso es competencia de la Conselleria de Medio Ambiente, de la cual los vecinos afirman no haber recibido «comunicación ninguna» todavía. «Estaremos pendientes de los resultados de las inspecciones», comentan, por su parte, desde el Ayuntamiento. La empresa Abonos Orgánicos Montagut asegura que cumple con todos los permisos, que cuentan con una batería de medidas correctoras y que el informe de impacto ambiental y de seguridad vial es favorable.

Planta de biogás de Llutxent

Mientras tanto, los habitantes de Llutxent no han parado de movilizarse. Tras la multitudinaria manifestación que tuvo lugar en verano, este sábado, 19 de octubre, han convocado otra bajo la coordinación de Salvem Llutxent. Respirem. «La empresa funciona desde hace más de cuarenta años, pero han ido haciendo ampliaciones, aprobadas por los diferentes equipos de gobierno. Fue hace un año aproximadamente, después de la última ampliación aprobada, cuando comenzamos a notar los malos olores», explican desde la asociación. «Hace unos diez años también nos quejábamos, pero esto la situación se ha agravado mucho», añaden. Además, denuncian haber recibido amenazas por parte de la empresa durante aquellos años «por intentar luchar contra los olores».

Tradicionalmente, Llutxent ha estado rodeado de granjas pertenecientes a pequeños ganaderos locales. La empresa ha reiterado en más de una ocasión que los malos olores podrían venir de estas instalaciones, sin embargo, los vecinos insisten en que el hedor apareció a partir de la ampliación de la planta de biogás. «Sabemos que el biogás es muy bueno, que es una energía renovable, que elimina residuos... pero es que está a menos de dos kilómetros del pueblo, está demasiado cerca», explica Salvem Llutxent. Respirem a este diario.

«Ya no es solo el olor, sino también el ruido y el tráfico»

Y es que todos los días pasan «unos sesenta camiones con residuos agroalimentarios» por la carretera provincial que atraviesa todo el pueblo, la CV-610. En esta vía se encuentran varios centros escolares, un centro de salud, una farmacia y un centro de día. «Ya no es solo el olor, sino también el ruido y el tráfico. La empresa dice que podrían pasar hasta 900 camiones al día, con los riesgos que eso puede suponer también para los peatones, sin contar el hedor», exponen desde la asociación local.

Estos camiones trasladan restos agroalimentarios a la planta diseñada para producir biometano y biofertilizantes, transformando hasta 129.000 toneladas de residuos orgánicos. Los vecinos han denunciado públicamente también el goteo de algunos de estos camiones en la vía pública.

Una alternativa que se plantea y que el director de la planta, Gabriel Montagut, pone sobre la mesa, es cambiar el trayecto que hacen los camiones hasta el complejo, evitando su paso por medio del municipio. No obstante, la fábrica sigue encontrándose a 1,7 kilómetros del casco urbano y a menos distancia todavía del castillo de Llutxent: «Nos preocupa que la planta ponga en peligro el estado de nuestro patrimonio, como el castillo», exponen desde la asociación.

Otro de los riesgos que han percibido es la contaminación de los ríos. «Algunos restos están yendo a parar a ríos de la Safor, como el Vernissa, de Gandia; o a un barranco de Pinet». Una situación con muchos frentes abiertos que combatirán los vecinos de Llutxent y de localidades próximas en sus calles este sábado a las 17:30.