«L’embolà» marca el inicio de las fiestas del «Bou en corda» de Ontinyent

El primer toro mete la cabeza en la barrera, pero no se registran atenciones sanitarias

Rafael y Aida Gil, padre e hija, fueron los encargados de «embolar» al toro «Floristero», primero de la tarde.

Rafael y Aida Gil, padre e hija, fueron los encargados de «embolar» al toro «Floristero», primero de la tarde. / Perales Iborra

Ontinyent acogió ayer la primera jornada de las fiestas del «Bou en corda», que cada año tienen lugar entre finales de noviembre y los primeros días de diciembre. Aunque la cita ya no registra la gran afluencia de hace años, aún son muchos los aficionados a los festejos taurinos que se celebran en las calles de la Comunitat Valenciana los que se acercan a la capital de la Vall d’Albaida durante estos días. Y todo apunta que la presión humana será mayor durante el sábado y el domingo. Ayer fue el turno de la tradicional «embolà», donde miembros de la peña de «portadors del bou de la Purísima» fueron los encargados de poner los tradicionales dispositivos que cubren las astas del toro. 

Quizás, los mayores momentos de tensión se vivieron cuando el primero de los animales -de nombre «Floristero»- llegó a meter la cabeza tras los barrotes de madera después de que uno de los soportes cediera hacia un lado. Los propios ganaderos reforzaron el barrote y el susto no fue a mayores. Cabe destacar que en este caso se dio la circunstancia de que un padre y una hija que forman parte de la peña -Rafael y Aida Gil- fueron los encargados de la tarea. Algo, que según los presentes, nunca había ocurrido en la historia de los festejos. 

Floristero, 510 kilogramos

«Floristero», con un peso de 510 kilogramos según la megafonía, fue el toro que mostró más bravura durante esta primera jornada preliminar. Luego, vino el turno de «Bodeguero» y «Ratonero», los otros toros que completaron el recorrido junto a los asistentes que estiraban de la cuerda. Los «portadors» Miguel Penadés y Jorge Pérez fueron los encargados de embolar el segundo animal de la tarde y Adrián Mollá y Begoña Bas hicieron lo mismo con el tercer toro. «En el grupo somos unos cien más o menos, pero no todos tiramos de la cuerda. Esos son los más valientes», explicaba uno de los integrantes de la agrupación que acompaña a los animales durante el recorrido urbano. Las fuentes oficiales consultadas confirmaron la ausencia de incidentes durante la jornada de ayer, más allá de algún percance menor. 

Uno de los tramos del recorrido del «bou en corda», ayer.

Uno de los tramos del recorrido del «bou en corda», ayer. / Perales Iborra

No se registraron atenciones sanitarias durante la «embolà». Una de las causas fue el fuerte sistema de seguridad implementado. Más de medio centenar de personas -entre Policía Local, limpieza, brigada de obras y Protección Civil- forman parte del dispositivo que coordinan desde el Ayuntamiento. A estos efectivos también hay que sumar los de la Policía Nacional, por ejemplo. El consistorio también asume la instalación de 25 barreras y 300 vallas para que todo ocurra sin incidentes. Ontinyent acoge este fin de semana sus tradicionales fiestas del «Bou en corda». Algunos de los presentes ayer explicaron que el domingo será la jornada fuerte, mentando el nombre de «Ratonero», astado que repite asistencia en las fiestas de la capital de la Vall d’Albaida.

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