Una segunda oportunidad para los adolescentes más vulnerables de Ontinyent

El ayuntamiento ontinyentí cuadruplica los fondos destinados al centro de menores El Rogle para aumentar el personal, los equipamientos y las actividades del recurso, orientado a la inserción laboral de 22 adolescentes de 16 a 18 años que no tienen la ESO y se encuentran en riesgo de exclusión social

Usuarios de El Rogle en una charla de Cruz Roja en Ontinyent.

Usuarios de El Rogle en una charla de Cruz Roja en Ontinyent. / Cruz Roja

Sergio Gómez

Sergio Gómez

El centro de día para menores El Rogle de Ontinyent ha experimentado un salto cualitativo en su funcionamiento después de que el ayuntamiento de la localidad haya cuadruplicado los fondos destinados a financiar el recurso, enfocado a la inserción sociolaboral de adolescentes vulnerables de edades comprendidas entre los 16 y los 18 años que no han podido sacarse el graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

Una adenda del contrato-programa que el consistorio mantiene con la Generalitat para costear los servicios sociales permitió hace unos meses incrementar de 58.150 euros a 267.000 € el dinero anual destinado al centro de menores.

Aunque el servicio continúa ofertando 22 plazas, la inyección de recursos ha reforzado tanto la plantilla de profesionales como el equipamiento y el programa de actividades que ofrece El Rogle, con el objetivo de mejorar la atención de las personas usuarias.

De esta manera, si hasta ahora el centro disponía de tres educadores sociales, ahora ha pasado a contar también con una psicóloga, una trabajadora social, un técnico de integración social y una maestra de taller especializada en cocina, que es la salida profesional a la que fundamentalmente se orienta a los usuarios.

"Hasta ahora dependíamos de las subvenciones de Labora para ofertar los programas que hacemos de formación para la búsqueda de trabajo. Ahora les podemos dar continuidad durante todo el año, al tener contratado un maestro de cocina y disponer de financiación para otros cursos", explica la regidora de Política para las Personas de Ontinyent, Paula Soler.

De hecho, el aumento de personal ha permitido poner en marcha un horario completo de actividades de lunes a viernes en el que se suceden las clases de cocina, estética o peluquería femenina, la preparación para pruebas de acceso, las sesiones en el polideportivo o la hípica. Además, la atención en el centro es mucho más especializada y se ha conseguido atajar el absentismo.

Menores en riesgo de exclusión alto

Soler hace hincapié en que las personas usuarias del Rogle se encuentran en una situación de "riesgo de exclusión social alto". El programa municipal trata de brindarles una acogida y una oportunidad para encontrar un camino de independencia económica en el mundo laboral.

El perfil de los inscritos en el centro de día es el de adolescentes que suelen pertenecer a familias desestructuradas y que se hallan en situaciones de vulnerabilidad o desamparo que han motivado la intervención de los servicios sociales. Todos ellos han abandonado o han acabado educación formal y necesitan un apoyo para afrontar la búsqueda de un trabajo. 

El porcentaje de inserción laboral del Rogle es, de hecho, bastante alto. "Si quieren, todos encuentran trabajo, porque hacen prácticas en algunos restaurantes de Ontinyent", subraya Soler. El pasado viernes, los usuarios del centro sorprendieron gratamente al personal funcionario del ayuntamiento ontinyentí, puesto que fueron los encargados de preparar y servir el tradicional piscolabis previo a la Navidad.

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