La cultura rima bé amb literatura

Paco Cerdà, en la encrucijada

Paco Cerdà, en la encrucijada

Vicent Soriano

Xàtiva

"La cultura rima bé amb literatura, /amb amargura cura i aventura /amb pura, caradura i censura /amb futura, obertura i dictadura!". Escuchaba Quico Pi de la Serra, mientras leía "¡Presentes!" de Paco Cerdà, una novela brutal que nos transporta a una época negra de la historia y que en absoluto la blanquea, sino que la coloca en el lugar que le corresponde, sin comas y apenas puntos, sino con el necesario rigor que merece la rabia, el recuerdo de aquello que no conocimos, pero que nos contaron y hemos venido conociendo desde las fuentes del olvido y la sinrazón. Es la presencia de la cultura en páginas en blanco o amarillas, sin ningún tachón ni borrón y cuenta nueva. Todo despierta del sueño semi eterno de la palabra escondida, que gracias a juntarlas sin presiones, sino en la más completa libertad, es capaz de buscarse un lugar en la memoria.

Precisamente la memoria es la que prevalece como victoria, con nuevas ansias de conseguir llenar de silencios los ensordecedores ruidos que nos quisieron imponer al paso de los años y las épocas más negras, que se han recuperado con intenciones de dejar escrito aquello que nos quiso imponer a golpes de mentiras. 

Afortunadamente la memoria escrita, de ficción o de realidad, marca un antes y un después, para conseguir ir colocando en su lugar ese preciso puzle que nunca pudo ganar esa guerra tan desconocida como presente en la narración precisa que vamos descubriendo poco a poco.

Un inciso importante. Los mal llamados !llibrets! de falles (deberían denominarse «libros» sin diminutivos), se han convertido una mayoría de ellos en verdaderos notarios de una muy, pero que muy buena literatura. Ir recogiendo todas esas publicaciones debería ser una tarea obligada que es necesario comenzar a organizar. Dentro de unos años seremos conscientes de esa riqueza cultural que nunca olvida la histórica memoria que tenemos cerca, tan cerca que nos susurra al oído que estamos en el buen camino y todo es posible si se quiere y se unen las fuerzas para ir adelante. Y nos lo dicen la gente de aquí, la más cercana, los que son capaces de plasmar letras y letras para marcar la frontera de lo que fuimos y lo que nos obligaron a ser. Paco Cerdà, Eduardo Cuñat, Toni Cucarella, Xavier Aliaga, Begoña Chorques, Elies Barberà, Toni Martínez, J.L. Cebrián, Puri Mascarell…y algunos que se me olvidan pero permanecen activos en la labor, y son los notarios-escritores de nuestra inexpugnable ansia de nunca olvidar, sino de ir camino hacia el infinito labrando esa cultura. Palabra bella y poderosa donde las haya con tantas y tantas rimas que sería imposible recogerlas todas. 

Sigue cantando Pi de la Serra, «cultura és una paraula delicada, tan perillosa com la dinamita, generalment en manca més que en sobra, generalment tothom en necesita» y yo mientras tanto leyendo a Paco Cerdà dejando que se apodere de mis nulos recuerdos de la infancia para que se vayan colocando en el lugar que le corresponden. Termina la canción de Pi de la Serra y se inicia una nueva: «tinc quatre pessetes que és el que val un café, ara que les tinc, les gasto, i així ja no les tindré». 

Fantástica idea gastar así las cuatro pesetas. Un café que deje libre la mente y provoque ninguna palabra. Tiempo de pensar en nuestra historia.

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