La dana obliga a aplazar el megacontrato de la basura en Ontinyent

El consistorio ha declarado desierta la licitación tras el incremento de precios y las dificultades para encontrar empresas, que obligan a reformular al alza los costes

La única propuesta registrada ha sido descartada al no pasar el filtro de los técnicos

Cubos de basura en una calle de Ontinyent, en 2020.

Cubos de basura en una calle de Ontinyent, en 2020. / Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Ontinyent

Los estragos de la dana van mucho más allá de la zona cero: la onda expansiva de la tragedia ha dejado daños colaterales que están entorpeciendo los planes de muchos ayuntamientos por el incremento de precios propiciado por la reconstrucción y las dificultades para encontrar empresas disponibles.

En Ontinyent, estos factores imprevistos son señalados desde el consistorio para explicar por qué acaba de declararse desierta la licitación del contrato de servicios más caro de la historia de la localidad.

La mesa de contratación del ayuntamiento, reunida el pasado 21 de marzo, acordó la exclusión del proceso de la única empresa que había pujado por gestionar la recogida de residuos urbanos municipales bajo la modalidad "puerta a puerta", durante 12 años y con un presupuesto inicial de 41 millones de euros.

Después de cotejarse la propuesta de la Sociedad de Agricultores de la Vega de Valencia (SAV) con los pliegos del concurso, la ingeniera municipal encargada de practicar el examen ha concluido que la oferta "no cumple la calidad técnica mínima exigida".

La evaluación considera que el planteamiento diseñado por la empresa resulta "insuficiente" en lo que se refiere a la organización y a los recursos humanos destinados al servicio de recogida puerta a puerta. La propuesta de recursos materiales tampoco cumple los estándares marcados por lo que respecta a las capacidades de los recolectores ofertados.

El megacontrato, que está en parte financiado con los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se ha definido como el más importante de todos los tiempos en Ontinyent, tanto por su montante económico como por su complejidad técnica y su impacto social.

No en vano, es la primera vez en 25 años que el consistorio ontinyentí opta por gestionar de manera independiente el servicio de basura que, desde el año 2000, ha venido delegando en la Mancomunitat de la Vall d'Albaida. La corporación municipal pretende garantizar la adecuada puesta en marcha del nuevo modelo de recogida puerta a puerta, encaminado a alcanzar el cumplimiento de los objetivos de reciclaje marcados por la Unión Europea, afrontando así los retos de su nuevo plan de residuos "con una mayor eficiencia, calidad y autonomía".

Ahora, el concurso debe volver al punto de partida. Fuentes municipales subrayan que, antes de poder retomarse, tendrán que recalcularse los precios, con la previsión de que se encarezca notablemente la implantación del nuevo sistema. Todo ello implicará un retraso en la puesta en marcha del contrato, que se estima que podría retrasarse al menos un año. De momento, Ontinyent seguirá bajo el paraguas del servicio mancomunado de recogida de residuos, que se encuentra prorrogado, a la espera de un nuevo pliego que todavía tardará aún más en adjudicarse. 

Los costes de la licitación se calcularon con anterioridad a la dana y han quedado muy desfasados. Además, las grandes empresas que suelen optar a este tipo de grandes servicios están volcadas en las obras de reconstrucción de la zona cero.

Tras analizar la documentación presentada, la ingeniera municipal advirtió de que la única propuesta presentada contenía una decena errores, contradicciones y planteamientos incorrectos en la justificación de los recursos humanos ofertados que comprometían la viabilidad del servicio.

En el número de días de trabajo al año no se incluía el día del patrón, el número de cubos contemplados para el servicio puerta a puerta era erróneo, los kilómetros calculados desde el final de la ruta del servicio y la planta hasta las urbanizaciones del Pilar y les Aigües eran inferiores a los recogidos para las rutas del puerta a puerta en las fracciones de resto y órganica... Además, la frecuencia de recogida ofertada para la fracción del cartón resultaba contradictoria en diferentes partes de la memoria y no se justificaba el dimensionamiento del servicio de recogida de grandes productores. Tampoco quedaban claros los medios humanos destinados al servicio en el diseminado y los polígonos.

Inicialmente, la evaluación ya detectó que la documentación presentada incumplía algunos puntos de los pliegos del contrato. Del análisis de la misma se extrae que no quedaban claros los recursos humanos ofertados por la licitadora. Por otra parte, en el dimensionamiento de los recursos materiales planteados no se tenían en cuenta los m3 recogidos al día.

De acuerdo a los kilos por servicio indicados en la oferta se concluye que las capacidades de los recolectores propuestos para cada jornada en el puerta a puerta resultan "del todo insuficientes" teniendo en cuenta las densidades medias de cada fracción y el grado de compactación posible para cada una de ellas. La capacidad total de los recolectores destinados a la ruta puerta a puerta del casco urbano de Ontinyent en la oferta es de 62 m3, cuando los m3 recogidos por día de acuerdo a os datos proporcionados por la empresa son mucho mayores.

Financiación con fondos europeos

El contrato de recogida de residuos entre la Mancomunitat de la Vall d'Albaida y la actual prestataria del servicio comarcal -que de momento abarca a Ontinyent- acabó en febrero del año 2022 y en la actualidad se encuentra en régimen de prórroga. Un dictamen técnico municipal avaló la recuperación de la gestión de la basura por parte del ayuntamiento ontinyentí para alcanzar un porcentaje de recogida selectiva del 70%. El pliego pone igualmente el foco en el fomento de la concienciación vecinal, el refuerzo del servicio y la mejora de la atención ciudadana.

Con la licitación de la recogida puerta a puerta, Ontinyent se adelantó al resto de municipios de la Costera, la Canal y la Vall d’Albaida, apostando por este sistema en la carrera por cumplir los objetivos de reciclaje. Las mancomunidades de la Costera-Canal y la Canal también han decidido implantarlo, aunque en la primera entidad se ha generado división entre los alcaldes por el coste. La de la Vall d'Albaida, que todavía está comenzando a redactar los pliegos del nuevo servicio, baraja un modelo mixto que permitiría a los ayuntamientos escoger entre dos opciones en función de sus preferencias.

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