La Mancomunitat de la Costera traslada al Gobierno y a la CHJ el rechazo a las plantas solares del trasvase

Los representantes de la entidad comarcal salen con "buenas percepciones" del encuentro con el subdelegado del Gobierno y el presidente de la CHJ: "Por fin alguien les ha podido trasladar en persona lo que pensamos y sentimos"

La reunión entre el presidente y el vicepresidente de la Mancomunitat de la Costera-Canal, el subdelegado del Gobierno y el presidente de la CHJ.

La reunión entre el presidente y el vicepresidente de la Mancomunitat de la Costera-Canal, el subdelegado del Gobierno y el presidente de la CHJ. / Levante-EMV

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Xàtiva

El presidente de la Mancomunitat de la Costera-Canal, José Luis Gijón, y el vicepresidente, Guillermo Jorques, se han reunido este miércoles con el Subdelegado de Gobierno de España y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para trasladar a ambas instituciones las "inquietudes y el malestar" generado en la comarca por las dos macroplantas fotovoltaicas proyectadas junto a las estaciones de bombeo de Llanera de Ranes y Moixent para abaratar los costes del trasvase del Júcar- Vinalopó, ante su posible impacto ambiental, paisajístico y sobre el uso del suelo agrícola.

Los representantes de la Mancomunitat han salido del encuentro con muy buenas impresiones. “Por fin alguien les ha podido trasladar en persona lo que pensamos y lo que sentimos. Ahora que nos 'entienden' pueden analizar de una forma más real el proyecto", ha indicado el presidente de la entidad y alcalde de Cerdà, José Luis Gijón. "Creo que con el diálogo conseguiremos los objetivos comunes a todos y todas”, apostilla.

Recientemente ha terminado el plazo de exposición pública del anteproyecto de la planta solar de Llanera de Ranes promovida por la empresa pública estatal Acuamed, que contempla cubrir con 34.200 paneles el término agrícola de esta localidad, con una inversión de 34 millones de euros que incluye la expropiación de más de 70 hectáreas de terrenos. En Moixent, aunque la actuación está más verde y aún en fase de estudio, se barajan tres alternativas de ubicaciones que supondrían la ocupación de más de 80 hectáreas de terrenos con módulos fotovoltaicos.

Como informó este diario, estas iniciativas impulsadas por el Ministerio de Transición Ecológica han despertado una potente respuesta ciudadana en la Costera, que se ha traducido en la recopilación de más de medio millar de alegaciones dirigidas a la Dirección General de Agua. Varias asociaciones de la comarca y de la Canal han mostrado su rechazo a la actuación, así como los ayuntamientos de los pueblos afectados.

Por otra parte, este miércoles, la Mancomunitat de la Costera-Canal aprobará una moción "para la defensa común de los intereses del territorio" que marca el inicio de una línea de trabajo más activa, reivindicativa y coordinada entre los municipios en contra de las plantas.

Las alegaciones califican el proyecto de Llanera como un "derroche innecesario" y ponen el foco en la pérdida de "grandes extensiones de terrenos de regadío cultivables, básicos para la economía rural y la captura de carbono", a tiempo que plantean alternativas que reducirían significativamente el coste del agua a trasvasar hasta el Vinalopó, programando y maniobrando el bombeo de agua en las franjas horarias de tarifa reducida, como la nocturna y los fines de semana.

Acumulación de infraestructuras

Por otro lado, los apelantes consideran que el proyecto "fragmenta gravemente el pequeño término municipal de Llanera, muy afectado ya por la acumulación de infraestructuras (autovías, gaseoducto, transvase, líneas de alta tensión) que discurren y ocupan el estrecho valle de la Costera", además de crear "angustia, ansiedad, malestar y cabreo entre el vecindario, especialmente entre los pequeños propietarios afectados por la expropiación de sus bienes y los residentes que ven alterado su entorno".

Los campos fotovoltaicos rodearían de placas a numerosas casetas y segundas residencias de la zona cuyos titulares temen ver "degradado su territorio". Las alegaciones inciden en que la planta se encuentra muy próxima a zonas de protección arqueológica, según la relación de bienes de relevancia local del Plan General de Llanera de Ranes, y también "afecta directa o indirectamente a zonas de suelo no urbanizable de protección paisajística". Igualmente, advierten de que la desaparición de explotaciones agrarias "incrementará la escorrentía superficial de agua, dificultando su infiltración en el acuífero del Caroig y favoreciendo la erosión del suelo".

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