Vía libre a la segunda gran planta solar de Albaida tras recortarse un 25%

Los dos parques fotovoltaicos de IM2 ya han recibido el visto bueno de la Conselleria de Medio Ambiente y ocuparán una superficie de 121 hectáreas a escasa distancia del otro complejo de la misma compañía en Bufali que acaba de obtener la autorización administrativa previa para el inicio de las obras

Una planta solar de IM2 ya construida.

Una planta solar de IM2 ya construida. / im2

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Albaida

Las dos plantas solares colindantes promovidas por la multinacional IM2 en Albaida con una superficie vallada de 121 hectáreas ya han pasado el filtro de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio.

Si a finales de enero el parque fotovoltaico Albaida 2 obtuvo el informe de impacto ambiental favorable de la dirección general de Urbanismo y Paisaje tras recortar un 20% su ocupación de terreno (hasta las 63 hectáreas), el proyecto "Albaida 1" ha seguido el mismo camino más recientemente después de reducir su extensión en torno a un 25% respecto a las previsiones iniciales. Según la resolución acordada, la inversión "no tendrá efectos adversos significativos sobre el medio ambiente y no requiere evaluación de impacto ambiental ordinaria".

Esta última planta, diseñada con una potencia de casi 50 megavatios, ocupará finalmente 58 hectáreas de terrenos (20 ha menos de lo que se anunció en un principio) y estará formada por nueve recintos ubicados en 19 parcelas alquiladas por la promotora al norte de la localidad, colindantes con los términos de Bufali y l'Olleria, en una área de mosaico agrícola altamente antropizada y dedicada al cultivo de herbáceos, frutales, viñedo y almendro, combinada con otros campos abandonados donde crece la vegetación.

Muy cerca, en término de Bufali, se ubicará un tercer parque fotovoltaico de IM2 con 15 hectáreas de superficie y 20.000 paneles solares, que ya ha recibido la autorización administrativa previa del Consell para su construcción.

Las distintas zonas del complejo Albaida 1 se interconectarán con una nueva subestación eléctrica transformadora (SET) mediante de tres líneas subterráneas cuyo trazado, de casi 10 kilómetros de longitud, discurrirá por las parcelas de la parque y por caminos públicos existentes. La evacuación de la energía se realizará de forma conjunta con la otra planta solar contigua de IM2, Albaida 2.

La actuación se sitúa dentro de la zona de influencia forestal por su proximidad (particularmente la subestación) al barranco con vegetación forestal que forma el cauce del río Clariano, por lo que se deberán tomar medidas para prevenir incendios.

Como medidas correctoras para reparar las pérdidas en la calidad del hábitat, los terrenos de la planta mantendrán los cultivos existentes en todas las zonas no ocupadas por paneles y se permitirá el crecimiento de la vegetación autóctona. Además, se desplegarán plantaciones puntuales en las áreas libres de la planta solar mediante hidrosiembra de especies herbáceas y aromáticas para potenciar la recuperación de la capa vegetal, el mantenimiento de la estructura edáfica, así como favorecer presencia de insectos, reptiles y roedores que constituyen alimento de aves u otras especies del entorno. Igualmente, se crearán tres charcas para fomentar la población de anfibios y avifauna, y se dispondrán cajas para quirópteros y aves.

El proyecto indica que se utilizará vallado cinegético en todo el perímetro de la planta, permitiendo el paso de fauna. En el ámbito de la instalación destacan como elementos ambientales significativos el río Clariano por el norte, y el Barranquet del Rei y el río Albaida por el sur y el este. Si bien los cauces se encuentran encajados y no llegan a afectar a la superficie del vallado, una parte de la nueva subestación se emplazará en la zona de policía de un cauce secundario afluente del río Clariano . Conforme al informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar, la empresa deberá solicitar las autorizaciones administrativas pertinentes para que la intervención cumpla con la legislación de aguas vigente.

Por otra parte, el proyecto crea espacios de transición con las distintas viviendas y masías dispersas afectadas por el complejo en Albaida (Casa del Pic, Casa de Santa Clotilde, Casa de Sant Vicent, Casas del Barranquet de Baix y Dalt), así como un espacio de separación con la planta solar Bufali-Palomar I y II, colindante a la planta en su parte este.

En el entorno de la planta y su subestación, la promotora se ha comprometido a plantar 110 pinos, 205 olivos y a mantener alrededor de 4.600 árboles de los cultivos de secano existentes. En las parcelas más cercanas al río Clariano (zona oeste), se respetarán los pinos existentes y se proyecta la plantación de nuevos ejemplares de pino; y en el entorno de la subestación se mantendrán cultivos en las zonas libres y se plantea la plantación de pinos formando bosquetes.

Cerca de dicha subestación existe un elemento arqueológico inventariado: el yacimiento arqueológico de Santa Clotilde. Aunque desde la Dirección General de Patrimonio se recomendó en un principio la reubicación de dicha instalación, la empresa alegó la imposibilidad de proceder al traslado, de modo que, como medida compensatoria, se ha establecido la obligación de desplegar "una excavación arqueológica extensa" en caso de que aparezcan restos arqueológicos en la zona, junto a la exigencia de publicación de sus resultados.

Ante las posibles afecciones patrimoniales detectadas, el informe de impacto ambiental establece que deberá realizarse un "seguimiento arqueológico intensivo" de las obras por técnicos arqueológicos y paleontológicos. Si durante la ejecución de las mismas se encontraran restos paleontológicos, arqueológicos o etnográficos, el promotor tendrá que paralizar los trabajos y poner el hecho en conocimiento de la Conselleria de Cultura de manera inmediata, adoptando las medidas pertinentes para su protección y conservación.

La línea de evacuación subterránea discurrirá unos 408 metros por la vía pecuaria Cordel de Alicante. Durante las obras, se deberá respetar la prioridad de paso al ganado y a las personas, evitando su desvío o interrupción prolongada de su marcha para más adelante restaurar la vía pecuaria a su estado original.

Dada la cercanía de la planta solar Albaida 1 con los parques Albaida 2 y Bufali-Palomar, el Servicio de Infraestructura Verde y Paisaje de la Generalitat advirtió en un informe del "efecto acumulativo" que se produce al percibirse los tres proyectos como una única planta. En este sentido, y con respecto a la capacidad de acogida del territorio, se han incorporado al proyecto definitivo una serie de medidas indicadas por dicho departamento autonómico.

Durante el periodo de información pública de la actuación se presentaron alegaciones por parte de la Associació per la Infància, la renovació pedagògica i el medi natural: Llacorella, l’escola a la natura y diversos particulares afectados por el procedimiento. En ellas, se puso el foco en la cercanía de las tres plantas solares promovidas por IM2 en la zona, junto a la extensión de las mismas, que ocuparían una superficie "superior al doble de la trama urbana de Albaida".

Diseño inicial de las dos plantas solares proyectadas en Albaida.

Diseño inicial de las dos plantas solares proyectadas en Albaida. / Levante-EMV

Por otra parte las alegaciones advirtieron de "la incidencia negativa sobre los cultivos agrarios y la afección al sector viverístico", dado que la producción de viña se extrae del término municipal de Albaida, particularmente de la zona donde se pretende ubicar la planta solar. También se señaló la afección a vías pecuarias y a construcciones tradicionales (masos) que están ubicadas en las proximidades o inmediaciones de las plantas proyectadas, concretamente en la Partida d’Atzueva (Casa de Palloc, Casa de Botó, Casa de Sant Germà, Casa de Marau, Casa de Sant Carles y Casa de Madramany, entre otras).

Afecciones "mínimas"

El promotor respondió que cada una de las plantas proyectadas "es autónoma e independiente en sí misma, sin perjuicio de que se sitúen próximas entre sí, y que la potencia solicitada para cada una de ellas es igual o inferior a 50 MW, de conformidad con la normativa". La empresa también recalca que el suelo afectado tiene un valor moderado o bajo de capacidad agrológica, a tiempo que presenta "síntomas de una agricultura en retroceso y proceso de abandono", como lo demuestra el hecho de que la firma ha acordado el alquiler de todas las parcelas afectadas por las plantas fotovoltaicas con sus propietarios. Además, la impulsora defiende que la a afección a las producciones agrícolas de viveros de viña "es mínima".

Por otra parte, IM2 alega que en la normativa urbanística municipal y, en particular, en el catálogo de bienes y sus fichas particulares, las masías tienen un grado de protección ambiental referido exclusivamente a la fachada y volumetrías. Ninguna de ellas, además, ha sido declarada como Bien de Interés Cultural o de Relevancia Local.

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