El "peregrino por la paz" de Bocairent recorre más de 12.000 km y vuelve a Santiago de Compostela

Alberto Castelló de Pereda salió de Bocairent en 2023 y holló la ciudad gallega el pasado 17 de abril «a las once de la noche y bajo la lluvia» tras una larga etapa

A la izquierda, un hito que marca el camino a Santiago. A la derecha, Alberto Castelló a su llegada a la ciudad gallega.

A la izquierda, un hito que marca el camino a Santiago. A la derecha, Alberto Castelló a su llegada a la ciudad gallega. / Alberto Castelló

Bocairent

«Viernes 18 abril de 2025. Amigos y peregrinos, anoche -aún bajo la lluvia y pasadas las 23:00 horas- llegué a Santiago de Compostela, después de una etapa muy larga en kilómetros, pues me parecía que volaba. Hoy, ya muy temprano, estoy ante la Catedral. Es impresionante lo que se siente y como se siente esta llegada después de 703 días de camino y habiendo superado los 12.000 kilómetros. Estoy muy contento de haber cumplido el sueño y la ilusión de cumplir este maravilloso camino. Doy Gracias a Dios y a todos vosotros por las bendiciones recibidas paso a paso», así resume Alberto Castelló de Pereda, también conocido como «el peregrino por la paz» de Bocairent, su llegada a la ciudad gallega, que tuvo lugar hace seis días. 

Muy activo en redes sociales, Alberto narra las diferentes partes de su día a día, aportando fotografías de los lugares que visita.

Inició su periplo el 14 de mayo 2023 y, dos años después, se encuentra en Santiago de Compostela. Roma -donde entregó una estola al Papa Francisco, recientemente fallecido- también ha sido una de las etapas de su aventura. En junio de 2023 atendió a Levante-EMV y ya explicó que «el camino» se había convertido en su modo de vida tras pasar algunas dificultades personales: «Estaba en un momento difícil... no tenía trabajo y me había divorciado. Decidí coger la mochila y salir a andar. He ido cinco veces a Roma. He completado siete u ocho veces el camino de Santiago...». El actual peregrinaje -en el que ya supera los 700 días andando y los 12.100 kilómetros recorridos- no es su primera aventura. Aunque, sin duda alguna, sí es la más larga de todas.  

La imagen de San Blas

De profundas convicciones religiosas, Alberto Castelló no duda a la hora de confirmar sus creencias en las diferentes publicaciones que realiza. Natural de Bocairent, explica que durante su periplo se ha encontrado con la imagen de San Blas -patrón del pueblo- en diferentes iglesias, tal y como ocurrió el pasado 4 de abril:«Visito la iglesia de Rueda, donde me recibe su sacristán, Antonio. Como no dispone del sello me escribe él de su puño y letra. Al recorrer la iglesia recibo la bendición y la muy grata sorpresa de encontrarme con la imagen de San Blas. Me parece maravilloso y sorprendente las veces que durante esta peregrinación he visto su imagen en diferentes países. La verdad es que siempre me produce muchísima alegría el tenerlo tan presente», apunta a la vez que comparte varias instantáneas en las que aparece con la gente que se encuentra en el camino, como otros peregrinos. 

Otro de los aspectos del viaje que destaca es su interacción con diferentes tipos de animales, como halcones o caballos:«Una vez más me sobrevuela un halcón durante un buen rato, disfruto mucho observando su relajado vuelo» apunta de su paso por la ciudad de Segovia y sus alrededores, que también ha visitado durante el presente mes de abril. 

Y es que sus andanzas le han llevado a visitar ciudades como Alcalà de Henares, Madrid, Guadalajara. Además, se ha tenido que enfrentar a los elementos, compartiendo imágenes de ríos llenos por lluvias o de faldas de montañas nevadas. Y despeja dudas a los posibles lectores que estén pensando en emular sus aventuras: «Creo que la experiencia es única. Al menos, por una vez en nuestra vida -e independientemente de nuestras creencias o motivos- debemos dejarnos llevar, fluir, disfrutar de cuanto nos rodea así sin más. Con una mente abierta y positiva, con encuentros con los peregrinos, las vivencias y grandes experiencias -con la superación y el esfuerzo que implican- te llevan a un importante cambio personal. A la vez, es una experiencia totalmente renovadora tanto para el cuerpo, la mente y el alma. El increíble y maravilloso vínculo que llegas a tener con los demás peregrinos te alzan a una dimensión que no puedes imaginar», apostilla.

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