Un Cristo del año 1400, sostenido por un banco de madera en el museo de la Seu de Xàtiva

Arrinconada, sostenida contra un banco de madera, apoyada sobre el suelo y con una parte de la tabla invadiendo el retrato pintado del exabad José Canet y otra parte sobresaliendo de una esquina en el acceso a una de las estancias del Museu de la Colegiata de Xàtiva.

Así ha estado expuesta en los últimos días la valiosa talla de madera del Cristo Crucificado fechada en el año 1400 que forma parte de la galería artística del templo, desde su retirada temporal del altar de la Seu con el final de la Cuaresma y el inicio de la Semana Santa Setabense. La imagen no ha pasado desapercibida para sorpresa de los visitantes de la colección museográfica.

Consultado por este diario, el abad de Xàtiva, Camilo Bardisa, asegura que la pieza está "a punto" de ser devuelta a su emplazamiento anterior en el altar, donde se mantendrá a lo largo de este 2025 coincidiendo con el Año Jubilar declarado por el difunto Papa Francisco.

El máximo responsable de la Seu hace hincapié en que la reubicación de la pieza se decidió de manera provisional ante las necesidades organizativas extraordinarias asociadas a la Semana Santa. Bardisa descarta cualquier tipo de afección negativa al patrimonio eclesiástico y defiende el cuidado de este y otros elementos.

Pero lo cierto es que la tabla de estilo gótico no parece haber recibido el tratamiento más adecuado a su entidad histórica y su carácter único. El Cristo Crucificado del siglo XV, pintado por ambas caras a tamaño natural, es una de las escasas piezas de sus características y época que se conservan en la Comunitat Valenciana. Su procedencia se vincula a la iglesia de Sant Feliu en Xàtiva. La tabla fue restaurada por la Generalitat Valenciana con motivo de la exposición de la Llum de les Imatges en 2007. Los técnicos destacaron en su día que se trataba de una talla de madera "delicadísima"

La obra está realizada con técnica de temple oleoso sobre madera y representa la silueta recortada de un Cristo bifronte (visión del anverso y el reverso de Jesucristo), crucificado sobre una cruz de color verde también de madera.

Desperfectos en cuadros y paredes

En el Museu de la Seu, que atesora múltiples joyas artísticas para el deleite de los visitantes, coexisten otras obras que experimentan un preocupante proceso de deterioro y un deficiente estado de conservación. Es el caso del cuadro de los Santos Juanes fechado en el siglo XVII, que presenta diversas grietas y desconchados. El lienzo fue restaurado por última vez en 1998 para devolverle "la elegancia original y un encanto atrayente" en los dos personajes representados, según figura en la descripción que se puede leer en la guía oficial del complejo.

Otro cuadro en el que se aprecian desperfectos similares es el de la Visitación del siglo XVI, obra de Cristóbal Llorens II, que escenifica el encuentro entre Isabel, madre de Juan el Bautista y María, madre de Jesús.

Dos joyas artísticas como son la Cruz Mayor procesional y la Custodia gótica, ambas piezas únicas del siglo XIV, se encuentran muy ennegrecidas, al parecer como consecuencia de su uso y manipulación en rituales litúrgicos.

Además, hay estancias en el museo que piden a gritos una mano de pintura y que registran también desconchados, grietas y humedades importantes, como se aprecia en la esquina situada junto al Retablo de los Martí, del siglo XV. Fuera, en el templo, hay unos andamios instalados en el marco del proceso de reparación de unos desperfectos.