Xàtiva extiende las casetas y carpas a todos los puestos tradicionales de la Fira
El consistorio no permitirá este año las paradas de toda la vida con palos de hierro y lonas en busca de una distribución "más clara y moderna"
Vendedores con una larga trayectoria en la feria protestan por la medida y se plantean no acudir

Parada tradicional montada en 2022 en la Avenida Selgas de Xàtiva. / Perales Iborra

La estampa del típico puesto tradicional hecho a medida con palos de hierro de acero inoxidable y lonas ya es historia de la Fira d'Agost de Xàtiva. En la próxima edición, todos los comerciantes estarán obligados a montar sus expositores en casetas, carpas o jaimas proporcionadas por una empresa contratada por el ayuntamiento.
La medida ya se extendió a la mayor parte del recorrido el año pasado, pero entonces se permitió que algunos feriantes montaran sus propios tenderetes en la zona de la Avenida Selgas donde se ubica la Agencia Tributaria. Un privilegio que en este 2025 no se va a volver a repetir, lo que ha despertado la protesta airada de varios vendedores con una larga trayectoria en el evento.
"Queremos que cada producto tenga su sitio y que haya una distribución más clara y moderna para avanzar hacia una Fira que atraiga a más gente. Hay que evolucionar, no podemos quedarnos en lo que había hace 20 años. La sociedad de ahora no es la misma", defiende la regidora delegada de la Fira, María Beltrán. La edil cuestiona el encaje de las paradas tradicionales con el Plan de Seguridad y ve peligrosas las lonas que las caracterizaban en caso de un temporal o una situación de emergencia.
"Queremos mejorar la imagen de la Fira: no podemos permitir que fuera de la parcela comercial haya artículos de venta, mesas o sillas. Muchos comerciantes se ponían con sus hamacas en mitad lugares de paso", apunta la concejala. De momento, el consistorio está preparando los pliegos para sacar a licitación el suministro y la distribución de las casetas y carpas.
Un grupo de al menos una decena de comerciantes ha aireado su descontento y disconformidad con esta fórmula. El martes, quieren plantarse en el ayuntamiento para protestar y trasladar sus demandas. Varios de ellos amagan con dejar de montar sus expositores. Uno de ellos es Diego García, que lleva acudiendo a la Fira de Xàtiva desde hace 40 años con el negocio de turrones y frutos secos que heredó de sus padres. "Las casetas no se adecuan a nuestros negocios, no tienen la misma aceptación y el precio es más alto", sostiene. Se refiere a que hasta ahora pagaba 860 euros por 12 metros de ocupación de la vía pública con su puesto tradicional. Si quiere disponer del mismo espacio necesitaría varias casetas (de 3x2 metros cada una) que asegura que le costarían 3.200 euros.
Lola, que lleva un puesto de golosinas y frutos secos presente desde hace décadas, también debería cambiar su puesto tradicional este año. "Hay productos que se necesita tener en cámaras, pero estas casetas son tan pequeñas que si pones nevera no puedes montar una mesa. Si metemos ahí el producto nos tenemos que salir nosotros", afirma. "Xàtiva ya era cara, porque nos cobraban más de 800 euros por 12 metros, pero ahora esos mismos metros me saldrían por mucho más. Vamos a llegar hasta el final y si no podemos ir, no iremos", mantiene Lola, que también critica que le han cambiado de sitio "varias veces".
Ángel Huertas, un comerciante albaceteño que desde hace 40 años monta un puesto de sartenes y paellas en la Fira, asegura que no ha hecho la solicitud para repetir en este 2025. "Mis productos son consistentes y grandes y me quieren meter en una caseta de 3 metros. Necesitaría por lo menos cuatro. Además, te obligan a pagar la ocupación de suelo por un lado, y la caseta o jaima por otro a la empresa, cuando a la gente le gusta lo tradicional, las paradas", opina.
David Ruiz es un vendedor de embutidos de Ponferrada que hace 7 años heredó el puesto de un familiar con el que llevaba 30 años acudiendo a la Fira y también dice plantearse qué hacer en esta edición. "Tengo un camión preparado para la venta ambulante, con sistema refrigerado. No estamos nada de acuerdo con que nos obliguen a montar en casetas o carpas, en pleno agosto y con el calor que hace en Xàtiva", indica. Entre los disconformes con la vendida también hay vendedores de juguetes, dátiles, libros o encurtidos.
"El ayuntamiento no se lucra"
Diego y Lola aseguran haber intentado pedir cita en varias ocasiones con la regidora sin éxito. Beltrán, en cambio, niega que nadie hasta el momento le haya solicitado una reunión. "Se quejan del precio, pero en los últimos 4 años no ha cambiado y este año subirá con arreglo al IPC", incide.
El plazo para presentar solicitudes de expositores en la Fira terminaba ayer y, según vaticina la edil, la demanda se ha mantenido similar a otros años. "No podemos bajar el precio, el ayuntamiento no se lucra con esto. Se ubica cada producto en un espacio en función de lo que se considera y si algo no funciona se van probando alternativas", ahonda Beltrán, que recuerda que algunos puestos como los de marroquinería, se trasladaron de sitio el año pasado entre las quejas de los vendedores y luego estos quedaron contentos, por lo que se mantendrán. En cambio, las atracciones infantiles volverán en 2025 a donde estaban hasta 2023 después de que el cambio del año pasado no resultara satisfactorio.
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