Ontinyent interviene para evitar el derrumbe de una casa señorial del siglo XIX

El ayuntamiento destina 235.000 euros a garantizar la estabilidad de un edificio de la calle Santa Rosa con elementos nobiliarios que colapsó en 2023 y a consolidar otra vivienda en ruinas cerca de la iglesia de Sant Miquel

Edificio con elementos nobles en ruinas en la calle Santa Rosa de Ontinyent.

Edificio con elementos nobles en ruinas en la calle Santa Rosa de Ontinyent. / Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Ontinyent

El problema de las casas deshabitadas con problemas estructurales que comprometen la seguridad del vecindario se ha extendido como una mancha de aceite por muchos cascos antiguos. La situación genera grandes quebraderos de cabeza a la administración cuando los dueños de estos inmuebles se desentienden de la obligación de ejecutar grandes reformas.

En Ontinyent, el ayuntamiento está destinando una notable cantidad de recursos económicos a asumir reparaciones en propiedades privadas para evitar males mayores.

El consistorio acaba de licitar un contrato valorado en 103.876 euros para sustituir la cubierta, adecuar las medianeras, conservar la fachada y demoler la parte posterior de un edificio de la calle Santa Rosa datado en 1880 y catalogado con protección parcial en el ordenamiento municipal cuyo colapso de la cubierta provocó en 2023 el desalojo de los vecinos del inmueble colindante por el peligro de derrumbe existente.

En aquella ocasión, el ayuntamiento ya tuvo que costear unas obras por la vía de emergencia con un desembolso de 20.000 euros para garantizar la estabilidad del inmueble de tres alturas del barrio del Raval-Poble Nou, ante "el grave peligro" que suponía su estado "para las personas y las cosas". La intervención incluyó el derribo controlado de las partes de la cubierta que habían quedado colgando, la retirada de escombros acumulados en la escalera, que imposibilitaban el paso e impedían el acceso a la cámara; el apuntalamiento de la estructura de madera —principalmente las vigas de los pórticos principales y de los tramos de forjado— así como la colocación de una estructura provisional con perfiles de acero para sostener una cubierta de plancha y proteger el tramo de la cubierta hundida.

La planta baja del inmueble, llena de derrumbes.

La planta baja del inmueble, llena de derrumbes. / Ajuntament d'Ontinyent

Casi dos años más tarde, la corporación municipal ha impulsado una nueva actuación de mucha mayor envergadura para preservar los elementos más relevantes del edificio, frenar su deterioro, reparar las partes dañadas e higienizar la planta baja, donde se acumulan residuos y restos de derrumbes.

En primer lugar, el proyecto contempla la sustitución y consolidación de la cubierta de la estructura de la planta segunda. A continuación, se definirán actuaciones puntuales para la conservación de la fachada principal, donde destaca la presencia de un escudo nobiliario de piedra labrada, y de las medianeras colindantes. En tercer y último lugar, se ejecutarán actuaciones de demolición en la parte posterior de la parcela y de derribo parcial de elementos susceptibles de desprenderse o de ocasionar daños a terceros.

La parte posterior del edificio tras el colapso de 2023.

La parte posterior del edificio tras el colapso de 2023. / A.O.

La fachada principal, recayente a la calle Santa Rosa, destaca por su composición y ornamentación, propias del modernismo, con algunos rasgos del último periodo del movimiento arquitectónico de la ilustración. El proyecto subraya por su valor tanto los ornamentos que enmarcan las balconeras, como las carpinterías y los porticones de madera y las barandillas de acero forjado, que incorporan una cenefa en su parte inferior que forma un zócalo ornamentado con formas geométricas orgánicas.

La mayor parte de la planta baja estaba ocupada por un comercio-obrador con zonas de almacenaje. Actualmente, está llena de los derrumbes y colapsos estructurales que ha padecido el edificio. Dado que dichos desprendimientos quedan localizados en el centro de la parcela, el arquitecto redactor de la intervención destaca que no ha sido posible revisar ni medir la parcela ni la parte del edificio que todavía se mantiene en pie al otro lado de los residuos generados por los colapsos estructurales.

Un inmueble inhabitable

Según describe el proyecto, "el inmueble resulta en su conjunto un recipiente sin luz, agua ni saneamiento" y "no reúne las características necesarias para considerarlo habitable en ningún caso".

La cubierta existente se sustituirá por una nueva que mantendrá el acabado actual de tejas árabes. En el escudo nobiliario no se prevé ninguna intervención "para evitar su deterioro por mala praxis". El plazo de ejecución de las obras se estima en 6 meses.

La ficha informativa de la vivienda incluida en el ordenamiento municipal de Ontinyent señala la fachada como valor a conservar, puesto que, además del escudo nobiliario, alberga unos dinteles de arco rebajado que incorporan cornisones románticos con acantos en la planta principal. El conjunto se remata por una «potente cornisa moldurada», mientras que la estructura es de muros de carga, el entramado de madera y la cubierta de teja; la cerrajería, de forja con cenefa inferior, es de fundición y el acabado, de revoco y pintado que "enmascara el pórtico de acceso".

La actuación se enmarca dentro del Pla de Choque municipal contra la degradación del centro histórico, y se añade a otra obra valorada en 135.000 euros y aprobada en la última Junta de Gobierno Local para derrocar parcialmente y consolidar el edificio situado entre la placeta de l’Escurà i el carrer Arquebisbe Segrià, en este caso adquirido previamente por el Ayuntamiento.

Actuaciones de regeneración urbana en el Poble Nou

En el inmueble ubicado entre la placeta de l’Escurà y la calle Arquebisbe Segrià se derroca la parte trasera, que se encuentra en peor estado, para eliminar el peligro y esponjar la zona más próxima en la iglesia de San Miquel.

El regidor de Territorio, Óscar Borrell, defiende que estas intervenciones son "una muestra más del esfuerzo que está haciendo el ayuntamiento para revertir la degradación urbana y dar respuesta a la ciudadanía”. El regidor recuerda que, a lo largo de 2024, el consistorio aprobó una inversión global de más de 300.000 euros en ejecuciones subsidiarias, actuando en inmuebles ubicados en las calle Maians 40, Tomàs Valls 20, Canterería 35 y Sant Pere 2, además del caso de Santa Rosa 24.

Borrell mantiene que “la apuesta por la regeneración Urbana en Poble Nou está siendo muy grande. Estamos trabajando en un Plan de Regeneración en el barrio que supondrá una inversión prevista de 1’5 millones de euros de la Diputación de València, que este año incluirá expropiaciones por valor de 415.000 euros de viviendas en la calle Teixidors. La idea es expropiar viviendas y demolerlas cuando sea la mejor opción, para ir creando nuevos espacios abiertos y plazas públicas”, señalaba.

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