Ontinyent escucha a los vecinos: la calle Mayor no se cerrará al tráfico pero será de sentido único y con control de velocidad

La rebelión vecinal contra las nuevas zonas de acceso prioritario residencial (APR) impulsadas en la calle Mayor de Ontinyent ha llevado finalmente al ayuntamiento a suspender de manera indefinida la puesta en marcha del sistema ideado para limitar al máximo el tráfico motorizado por esta céntrica arteria del casco antiguo mediante la instalación de cámaras de control de matrículas emisoras de sanciones. 

Ha sido el propio alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, el que ha tomado la decisión de dejar fuera de funcionamiento las zonas APR en las calles Gomis i Maians después de la larga e intensa reunión que los concejales de Seguridad y Sostenibilidad, Pablo Úbeda y Sayo Gandia, mantuvieron ayer lunes con un centenar de vecinos de la calle Mayor y adyacentes.

A través de una carta remitida este martes al vecindario de la zona, Rodríguez reconoce que, pese a las buenas intenciones con las que fue concebida, la medida planteada "no ha generado el consenso deseado", lo que obliga a "ajustar el rumbo" y a "reconsiderarla", con el mismo "espíritu constructivo que el vecino ha mostrado hacia el ayuntamiento". El alcalde aboga por "reorientar el proyecto" a partir de las propuestas alternativas y mejoras que los propios residentes trasladaron al consistorio en la reunión.

Ontinyent vuelve a aparcar el cierre al tráfico de la calle Mayor ante la presión vecinal

De esta forma, a partir del 21 de julio, las calles Gomis y Maians (que conforman la calle Mayor) tendrán una dirección única de circulación desde la confluencia de la cale Músic Úbeda con la calle Gomis y hasta la plaza del Ayuntamiento. En su misiva, Rodríguez también avanza otras dos medidas más. Por un lado, habrá cámaras de control de velocidad en toda la calle "para concienciar a los conductores y conductoras de la importancia de circular a una velocidad reducida y garantizar la seguridad viaria de las personas viandantes".

En segundo lugar, el consistorio establecerá, a lo largo de la calle Mayor, diferentes puntos de carga y descarga para mejorar la logística de los establecimientos comerciales y reducir, así, la congestión del tránsito en horas punta. La idea es mejorar la ordenación de la circulación.

Y es que las cámaras instaladas hace dos meses en el trazado, que han funcionado en fase de pruebas hasta ahora, han certificado el intenso tráfico que soporta la vía, con más de 21.000 vehículos mensuales contabilizados en abril y picos de más de 800 vehículos diarios.

Objetivo: descongestionar el tráfico

El alcalde comienza su escrito dirigido a la ciudadanía recordando que la implantación de la Zona de Acceso Prioritario Residencial (APR) en la calle mayor comenzó a trabajarse hace más de un año por parte del equipo de gobierno. "Estudiamos ejemplos de otras ciudades de un tamaño similar a Ontinyent, y también de algunas más grandes, donde se ha apostado por la peatonalización parcial de algunas calles, así como por la instalación de cámaras de tráfico que hacen posible la APR". El primer edil incide en que, fruto de este estudio, pudo comprobar "de primera mano" como el control de acceso de vehículos en zonas muy congestionadas "puede aliviar el tráfico y beneficiar a la calle que tiene este sistema".

Pese a todo, dada la recepción que ha tenido el nuevo sistema entre una parte del vecindario -se han recogido más de mil firmas contrarias y algunos han colgado crespones negros de los balcones de la calle-, Rodríguez ha preferido dejarlo sin efecto, tras escuchar las demandas de residentes y comercios. "La participación ciudadana también posibilita la reflexión. Después de haberos escuchado, y agradeciendo el diálogo, volvemos al modelo anterior de acceso a la calle Mayor incluyendo las mejoras solicitadas", zanja el primer edil la carta.

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