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La CHJ se alía con Vallada y la cabra celtibérica para limpiar de cañas el Canyoles

El organismo de cuenca y el ayuntamiento de la Costera colaboran para erradicar la especie invasora a lo largo de 2,3 kilómetros del cauce, con la participación del rebaño caprino de la localidad en las tareas de mantenimiento y control vegetal

La Confederación destina 265.000 euros para ejecutar una ambiciosa actuación que se prolongará durante dos años sobre una superficie de casi 100.000 m2

Pastoreo de la cabra celtibérica en Vallada

Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Xàtiva

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), a través de la Comisaría de Aguas, está desarrollando una importante actuación de conservación y mantenimiento en el río Canyoles, dentro del término municipal de Vallada. La actuación, presupuestada en alrededor de 265.000 euros con un plazo de ejecución de dos años, se extiende a lo largo de 1,3 kilómetros de longitud del cauce y abarca una superficie aproximada de 95.000 metros cuadrados.

Los trabajos se dividen en dos tramos diferenciados y ponen el punto de mira en la erradicación de la caña común, una especie invasora y exótica que crece de manera rápida y descontrolada en los lechos y las riberas fluviales. En un primer ámbito de 300 metros lineales, va a desplegarse un desbroce selectivo de especies vegetales no arbóreas (Arundo donax) presentes en el cauce del Canyoles, sobre una superficie de 70.000 metros cuadrados.

A continuación, la CHJ instalará una cobertura opaca de malla de polipropileno para agotar el rizoma de la caña común y evitar que vuelva a propagarse. El citado material permanecerá durante un periodo de entre 18 y 24 meses, abarcando dos periodos estivales completos. El mantenimiento y la supervisión de los trabajos durante los dos años de cobertura del espacio correrá a cargo del Ayuntamiento de Vallada, según informan fuentes del organismo de cuenca.

Actuación de eliminación de cañas en Vallada.

Actuación de eliminación de cañas en Vallada. / CHJ

En un segundo tramo de 1 kilómetro de longitud, los operarios llevarán a cabo un desbroce selectivo de la vegetación no arbórea invasora sobre una superficie de 70.000 m². Para su mantenimiento, se empleará ganado caprino como método ecológico de control vegetal. En los últimos años, el consistorio de Vallada ha impulsado un ambicioso proyecto para introducir la cabra celtibérica en la zona y recuperar el pastoreo como actividad económica y herramienta para prevenir incendios. De hecho, el rebaño ya ha participado en diferentes trabajos silvícolas y en la apertura y mantenimiento de varios cortafuegos en el monte.

En el marco de la colaboración entre administraciones, el Ayuntamiento de Vallada también tiene previsto complementar los trabajos de la CHJ con una actuación aguas abajo del Canyoles, consistente en el desbroce de otros 1.000 metros de caña común en el cauce, sobre una superficie de 70.000 m². Para el mantenimiento de esta intervención se recurrirá igualmente al ganado caprino, promoviendo así prácticas sostenibles.

Desde el CHJ ponen este conjunto de actuaciones como ejemplo de la positiva cooperación entre administraciones y la apuesta por la integración socio-económica y socio-cultural.

Otra actuación similar en Vallés

Vallada no es el único municipio que ha declarado la guerra contra la caña invasora. El pasado jueves, tal como informó este diario, el Ayuntamiento de Vallés inició otra actuación similar parra erradicar esta especie invasora que coloniza el cauce del río Canyoles a su paso por su término municipal, en el entorno de la 'playeta dels patos'. Una vez retirada la vegetación no arbórea, se colocará una malla geotextil para impedir que vuelva a crecer.

Actuación en el cauce del Canyoles en Vallada.

Actuación en el cauce del Canyoles en Vallada. / CHJ

A causa de la gran cantidad de superficie de monte que tiene Vallada, el pastoreo con la cabra celtibérica se ha erigido en una práctica agro-forestal sostenible, en la cual el ganado colabora reduciendo los riesgos de incendio mediante un control del desarrollo de la vegetación que permite mantener limpio el cortafuego. 

Además, el rebaño caprino cumple una función ecológica importante en la montaña por sus numerosas actitudes: la cabra campea con facilidad y es muy ágil y caminadora, a tiempo que se produce un cabrito blanco celtibérico ecológico, que desde su nacimiento es criado con leche materna y seguidamente se alimenta de manera natural de los pastos y hierbas aromáticas típicas de la zona. De igual modo, la iniciativa contribuye a evitar la extinción de esta raza y a mantener un oficio en fase de desaparición en el territorio.

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