Nieves Conde, nacido en Segovia el 22 de diciembre de 1911, llegó a la cumbre de su carrera como cineasta en 1951, tras rodar "Surcos", un filme, con guión de Natividad Zaro y Torrente Ballester a partir de un argumento de Eugenio Montes, que está considerado como una de las grandes películas de cine español, con Luis Peña y María Asquerino como protagonistas.

"Surcos" causó polémica en su momento y fue atacada por la Iglesia al rozar temas tabú de la época como la miseria, el estraperlo y el éxodo rural, por lo que tuvo que cambiar el final antes del estreno.

Con ella consiguió el segundo Premio Nacional del Sindicato del Espectáculo y el primer premio del Círculo de Escritores Cinematográficos, pero no alcanzó el éxito comercial que merecía.

La capilla ardiente con los restos mortales de José Antonio Nieves Conde será instalada hoy en el Tanatorio de la Paz y será enterrado mañana en el Cementerio de la Almudena.

Hijo de una familia numerosa, de padre militar, desde niño fue muy aficionado al cine. Terminado el Bachiller Superior en Segovia, comenzó la carrera de Derecho en Madrid, pero al estallar la guerra civil marchó al frente como voluntario falangista, llegando a ser alférez provisional de Infantería, por lo que no llegó a terminar los estudios universitarios.

Al terminar la guerra volvió a Segovia donde trabajó en prensa y radio, hasta que regresó a Madrid para convertirse en crítico de cine del diario Pueblo y entre 1939 y 1942 fue redactor de la revista de cine Primer Plano, donde era responsable de la sección "Fuera de cuadro".

Amigo de Fernández-Cuenca, Gómez Mesa y Rafael Gil, fue con este último con quien se inició profesionalmente en el cine en 1941, como ayudante de dirección en cinco de sus películas hasta 1946, con títulos como "Viaje sin destino" y "Tierra sedienta".

Desde 1942 en que abandonó Primer Plano y Pueblo, al parecer por desavenencias con la dirección, se dedicó profesionalmente al cine.

Dirigió su primera película en 1946, "Senda ignorada", historia de gángsters situada en Estados Unidos, a la que siguió "Angustia" (1947), con Rafael Bardem y Julia Caba Alba, también policiaca y declara de "interés nacional", y "Llegada la noche" (1948).

En 1950 dirigiría "Balarrasa", con guión de Vicente Escrivá y con actores como María Rosa Salgado, Maruchi Fresno, Luis Prendes y José Bódalo, que supuso su primer gran éxito popular y económico, y fue también catalogada de interés nacional; y "Jack el negro" (1950), codirigida con Julien Duvivier, a la que seguiría "Surcos".

Dirigió también "Rebeldía" (1952); "Los peces rojos" (1954); "La legión del silencio" (1955), codirigida con Forqué; "Entre hoy y la eternidad" (1956), con Arthur M. Rabenalt; y "Todos somos necesarios" (1956).

En 1958, "El inquilino", con un reparto en el que figuraban Manuel Alexandre, Antonio Ozores y Fernando Fernán Gómez, chocó con la censura que primero la prohibió y más tarde la autorizó con importantes cortes y gran número de cambios. A partir de entonces pasa de ser el director oficial a ser considerado un realizador difícil.

La década de los sesenta fue fructífera en películas, pero fueron filmes sin la repercusión de los anteriores, como "Don Lucio y el hermano Pío" (1960); "Prohibido enamorarse" (1961); "El diablo también llora" (1963); "El sonido de la muerte" (1965); "Cotolay" (1966); "Marta" (1971); "Historia de una traición" (1972); "Las señoritas de mala compañía" (1973), y algunas de cierto contenido erótico como "La revolución matrimonial" (1975); "Volvoreta" (1976) y "Más allá del deseo" (1976), con la que finaliza su carrera cinematográfica.

La Seminci de Valladolid le dedicó en octubre de 1995 un ciclo monográfico a su trayectoria profesional con la proyección de toda su filmografía y le entregó una Espiga de Oro especial.

Al año siguiente, en octubre de 1996 este mismo certamen castellano incluyó su película "Surcos" en el ciclo "Cien años del cine en España" y el día 10 recibió en Zaragoza una de las medallas de oro del Centenario del cine en España, que le concedió la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.

El 1 de marzo de 1990 la Asamblea de Directores y Realizadores Cinematográficos y Audiovisuales de España (ADIRCAE) le concedió un premio especial como homenaje por toda su trayectoria profesional, en la que se destacaba "su intento de introducir el discurso neorrealista" en el cine español.